El reconocido escritor nicaragüense Sergio Ramírez, exiliado en Madrid desde 2021, ha emitido un análisis crítico sobre la situación política actual en su país natal. En entrevista durante el Festival Centroamérica Cuenta en Guatemala, el galardonado con el Premio Cervantes en 2017 detalló cómo el régimen de Daniel Ortega está adoptando una postura de aislamiento internacional sin precedentes.
Distintas trayectorias políticas
El exvicepresidente de Nicaragua (1985-1990) y posterior crítico del sandinismo enfatizó que a diferencia de Venezuela, que mantiene cierta relevancia internacional por su riqueza petrolera, Nicaragua está actuando con una voluntad de aislamiento que recuerda a la dictadura de José Gaspar Rodríguez de Francia en Paraguay (1820-1840). “Nicaragua está cortando todas sus amarras con el mundo: rompe relaciones con otros países, sale de organismos internacionales, no participa de ninguna cumbre. La diferencia entre Venezuela y Nicaragua está en la voluntad de aislamiento, del ‘no se metan conmigo, yo no me meto con nadie’, de la idea absurda de que puedes sobrevivir aislado del mundo”, señaló.
Exilio y su impacto en la escritura
El autor de ‘Margarita está linda la mar’ y ‘Adiós muchachos’ describió su experiencia personal de exilio como un proceso de adaptación constante. “El síndrome de la maleta abierta implica que el exiliado no se resigna a quedarse, sino que espera siempre regresar… a medida que el tiempo pasa, la perspectiva de regreso cambia. La permanencia fuera de Nicaragua se vuelve una costumbre, pese a lo que uno quisiera”.
Desafíos de la creación literaria en el exilio
Para Ramírez, uno de los principales desafíos del escritor en el exilio es mantenerse conectado con el lenguaje y los matices propios del país de origen. “El riesgo es perder los cambios de la propia lengua… cada país tiene sus propios matices que están cargados de las vivencias de la infancia, de la vida afectiva y del habla popular. El escritor está hecho de esos matices”.
Crítica a nuevas tendencias autoritarias
El escritor también analizó el fenómeno de líderes como Nayib Bukele y Javier Milei, a quienes calificó como representantes del ‘nuevo despotismo desilustrado’. “Tanto Milei como Bukele representan regímenes que ofrecen la autoridad absoluta, algo que ha sido un clásico para América Latina, y ahora con el agregado de un lenguaje ideológico vinculado al mundo digital”.