La Iglesia católica lanzó un llamado urgente a los grupos delictivos en la Ciudad de México y en todo el país para que cesen las ejecuciones y permitan que la población viva en tranquilidad. El mensaje surgió tras el asesinato de dos colaboradores cercanos a Clara Brugada, jefa de gobierno capitalina, ocurrido en una concurrida vía pública.
Condena contundente ante violencia
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Francisco Javier Acero Pérez, fue claro al afirmar que “con el crimen organizado no se dialoga”. Durante una conferencia de prensa, el religioso señaló que la mediación eclesiástica busca siempre el bienestar ciudadano, pero resulta imposible cualquier acercamiento con individuos que “tienen manchadas las manos de sangre y ponen el plomo de por medio”.
“Con asesinos no se puede dialogar… Nos pondremos de rodillas si es necesario para que dejen de matar”, expresó el obispo, reiterando un mensaje anterior de los obispos mexicanos que exhortaron a “¡basta ya!” a la violencia que azota al país.
Estrategias para fortalecer la paz
En compañía del padre Jorge Atilano González, director del Diálogo Nacional por la Paz, Acero Pérez presentó iniciativas que buscan construir un México en paz mediante el trabajo conjunto entre autoridades y sociedad. Entre ellas, destacó la necesidad de promover buenas prácticas en seguridad que ya están dando resultados en distintas regiones del país.
“Los invito a difundir las buenas prácticas. Si solo hablamos de violencia, generamos caos y perdemos el sentido del orden”, manifestó el sacerdote, quien mencionó que han identificado 300 acciones exitosas en prevención de la violencia que merecen mayor difusión.
Reinvención de la narrativa social
Ambos representantes religiosos criticaron la comunicación hostil utilizada por algunos medios y autoridades, sugiriendo un cambio hacia una narrativa que fomente la confianza y la esperanza. Propusieron evitar mostrar imágenes gráficas de violencia y en su lugar, destacar esfuerzos constructivos.
“La paz no se impone desde arriba: se construye caminando junto al pueblo”, concluyeron, invitando a las autoridades a escuchar los temores y necesidades reales de la población para generar respuestas cercanas y efectivas.
La Arquidiócesis también convocó a parroquias y comunidades a crear espacios de diálogo, formación en no violencia y apoyo a víctimas de delitos, como parte de un esfuerzo integral por fortalecer el tejido social.