Universidad de Harvard inicia acciones legales contra política migratoria de Trump
La prestigiosa Universidad de Harvard presentó este viernes una demanda federal en Boston contra la administración Trump. La institución cuestiona la validez de la medida gubernamental que le impediría matricular a estudiantes provenientes del extranjero, calificando dicha acción como una represalia inconstitucional que afecta gravemente su operación académica.
“Sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”, es una de las frases centrales incluidas en el documento legal, donde la institución subraya que más de 7,000 titulares de visas verían su estatus académico comprometido. La medida afectaría directamente a una de las comunidades estudiantiles internacionales más grandes del sistema educativo estadounidense.
Impacto inmediato en comunidad académica y programas clave
Según detalla el escrito judicial, la decisión gubernamental tendría repercusiones inmediatas en al menos 6,800 estudiantes internacionales actualmente inscritos en el campus de Cambridge, Massachusetts. La medida afecta particularmente a programas de alto prestigio como la Escuela Kennedy (con casi la mitad de su alumnado extranjero) y la Escuela de Negocios (con cerca de un tercio de su matrícula internacional).
El documento también destaca el impacto en los ciclos académicos de verano y otoño 2025, lo que generaría una desventaja competitiva para Harvard a nivel global. La universidad busca obtener una orden de restricción temporal para evitar la implementación inmediata de esta política.
Acusaciones del gobierno y solicitud de información
El Departamento de Seguridad Nacional justificó su decisión señalando que Harvard “permitió que agitadores antiamericanos y proterroristas atacaran a estudiantes judíos en el campus” y “coordinó con el Partido Comunista Chino”, acusando a la institución de haber recibido y entrenado a miembros de un grupo paramilitar chino en 2024.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, presentó el 16 de abril una solicitud específica para que Harvard proporcionara registros de estudiantes extranjeros involucrados en protestas, incluyendo material audiovisual. La funcionaria indicó que la institución podría recuperar su certificación si entrega “un conjunto completo de registros de estudiantes extranjeros en un plazo de 72 horas”.
Consecuencias a largo plazo y postura institucional
La medida, si se mantiene vigente, impediría a Harvard admitir nuevos estudiantes internacionales durante al menos dos ciclos académicos consecutivos. Las instituciones sancionadas no pueden solicitar nuevamente su certificación para recibir estudiantes extranjeros hasta un año después del retiro de dicha autorización.
El presidente interino de Harvard, Alan Garber, manifestó públicamente que “Harvard no cederá en sus principios fundamentales, legalmente protegidos, por temor a represalias”. Aunque reconoció que la universidad ha realizado ajustes en su estructura de gobernanza y ha implementado nuevas estrategias contra el antisemitismo, Garber indicó que responderá por separado a las acusaciones sobre presuntos vínculos con el Partido Comunista Chino.
Contexto legal y antecedentes relevantes
Esta acción legal se suma a otro litigio en curso donde Harvard impugna recortes federales por más de 2,000 millones de dólares impuestos por la administración Trump a universidades que han expresado críticas hacia sus políticas. El conflicto actual forma parte de una serie de tensiones entre la institución académica y el gobierno federal.