Las grandes expectativas generadas por posibles modificaciones en tarifas de telefonía móvil en Estados Unidos han encontrado respuesta en Verizon. La compañía ha comunicado oficialmente que no compensará los aumentos en costos de equipos, dejando que estos recaigan directamente sobre los usuarios.
Decisión contundente del liderazgo corporativo
Hans Vestberg, director general de la empresa, manifestó durante la presentación de resultados trimestrales que “no tenemos previsto cubrir esos costos [porque] simplemente, no es sostenible”. Esta declaración pone fin a especulaciones sobre posibles medidas protectoras hacia los consumidores frente al incremento de tarifas derivadas de nuevas regulaciones aduaneras.
Impacto económico para usuarios
La determinación implica que los usuarios deberán destinar mayores recursos para la adquisición de nuevos equipos o renovación de sus dispositivos actuales. Aunque no se han especificado porcentajes exactos, la postura empresarial genera preocupación en un contexto donde el control de gastos se ha vuelto prioritario para muchos hogares estadounidenses.
Desafíos de retención de clientes
La compañía ha enfrentado dificultades para mantener su base de usuarios, registrando una pérdida de 356.000 clientes en su modalidad pospago durante el primer cuarto del año. Este descenso representa casi el doble de la pérdida del mismo periodo en 2024, lo que refleja los retos que enfrenta la empresa para mantener su posición en un mercado competitivo.
Escenarios de inversión y estrategias
La directiva ha señalado que los ajustes de precios podrían influir en el presupuesto destinado a desarrollo, que asciende a 18.000 millones de dólares para el año. No obstante, se encuentran en negociaciones con sus proveedores para reducir efectos negativos, siguiendo estrategias similares a las implementadas durante la crisis sanitaria global.
