El temor a encontrarse con tiburones durante un baño en la playa quedó grabado en la cultura popular desde la icónica cinta de 1975 Tiburón, dirigida por Steven Spielberg y con música inquietante de John Williams. No obstante, los incidentes con humanos son excepcionales. En territorio nacional, existe un único punto donde se agrupan estas criaturas marinas: la Isla Guadalupe, en Baja California, espacio protegido dedicado a su preservación.
Un refugio exclusivo para biólogos marinos
Esta porción de tierra se localiza a más de 250 kilómetros de la península de Baja California. En 2005 fue designada como Reserva de la Biosfera. Hasta 2023 era posible realizar turismo enfocado en la observación, pero actualmente se prohíbe la entrada de visitantes comunes. Solo investigadores o grupos dedicados a la conservación pueden acceder con permisos especiales. Otros destinos donde es posible observar esta especie son Australia y Sudáfrica, lugares que también atraen a especialistas del área.
Protección de una especie en peligro
El control de acceso se debe a que el tiburón blanco está catalogado como especie amenazada. Alcanza longitudes superiores a los seis metros y pesos cercanos a las dos toneladas. En México, este es el único lugar donde se concentra la población. Su captura, comercialización y consumo están prohibidos por ley, medidas que forman parte de las acciones para su protección.
Biodiversidad en la Isla Guadalupe
Además del tiburón blanco, la isla es reconocida como Área de Importancia para la Conservación de Aves. Allí habitan importantes poblaciones de lobo marino de California, lobo fino de Guadalupe y elefante marino del norte. También alberga 221 especies vegetales, de las cuales el 10% es exclusivo del lugar. La próxima vez que surja la preocupación por cruzarse con tiburones en vacaciones, conviene recordar que el verdadero riesgo es la desaparición de estos animales, cuya presencia en el ecosistema marino es vital.
