Emergencia climática en Canadá
Manitoba vive una de sus peores crisis ambientales con incendios forestales que han provocado la evacuación de más de 17,000 personas. Actualmente se registran 22 focos activos de fuego, situación que ha llevado a declarar un estado de emergencia en la región. Las autoridades han solicitado apoyo federal, incluyendo el despliegue de fuerzas militares, para hacer frente a esta situación sin precedentes.
Impacto ambiental sin precedentes
Según informó Kirstin Hayward, vocera oficial del servicio de incendios forestales de Manitoba, los fuegos han destruido 200,000 hectáreas de vegetación en menos de un mes. Esta cifra representa el triple del promedio anual registrado en los últimos cinco años, lo que sugiere una posible alteración en los patrones de incendios estacionales.
El gobernante regional, Wab Kinew, describió la situación como “la mayor evacuación en la historia reciente de la provincia”, destacando el carácter excepcional de la emergencia. El mandatario también vinculó directamente el cambio climático con la expansión simultánea de los incendios en múltiples regiones del territorio.
Zonas críticas y desplazamiento humano
La localidad minera de Flin Flon se encuentra entre las áreas más afectadas, con cerca de 5,000 evacuados producto del avance imparable del fuego. Comunidades indígenas y asentamientos remotos han sido evacuados preventivamente ante la imposibilidad de contener las llamas.
La capital provincial, Winnipeg, se ha convertido en el principal punto de recepción de desplazados, implementando un operativo humanitario para atender a los evacuados. Las condiciones climáticas adversas, caracterizadas por sequía intensa y vientos fuertes, dificultan significativamente los trabajos de control.
Contexto nacional de emergencia
A nivel nacional, Canadá enfrenta un escenario alarmante con 134 incendios activos en su territorio. Además de Manitoba, las provincias de Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan y Ontario registran situaciones similares de emergencia. Casi la mitad de estos incendios permanecen sin control, elevando la alerta a nivel federal.
Esta crisis revive los traumáticos recuerdos de la temporada de 2023, catalogada como la más devastadora en la historia del país. Expertos insisten en la necesidad urgente de revisar las estrategias de prevención y manejo forestal para adaptarse a los nuevos patrones climáticos.
