Crecimiento imparable de marcas propias
Según datos de Kantar citados por Expansión, los productos de marca blanca han duplicado su participación en el mercado español en menos de dos décadas, alcanzando el 44% de cuota en 2024. Este ascenso sostenido ha ocurrido tanto en períodos económicos favorables como en épocas de crisis, desde 2003 hasta la actualidad.
El fenómeno ha trascendido la mera búsqueda de opciones económicas por parte de los consumidores. Ahora se posicionan como alternativas premium que cuestionan el predominio histórico de las grandes marcas comerciales.
Actores principales del mercado
Las cifras revelan líderes claros en este segmento: Lidl lidera con un 82,1% de cuota, seguido por Mercadona con 74,5%. Carrefour busca aumentar su presencia del 33% al 40% antes de 2026, mientras que Dia ya alcanza el 57% de participación.
Según palabras de su directora de compras,
“No queremos ser la calidad C, sino la A”
, demostrando el cambio de estrategia de simples imitadores a creadores innovadores en el sector.
Fases del desarrollo del mercado
El crecimiento ha seguido distintas etapas: de 2003 a 2019 avance moderado de aproximadamente un punto por año; entre 2020 y 2022 aceleración significativa con incremento de 4,1 puntos en dos años; y desde 2022 consolidación con ganancias de 2,7 puntos en dos años.
Manteniendo el ritmo actual de 1,3-1,4 puntos anuales, se espera que las marcas blancas lleguen al 50% de cuota entre 2028 y 2029, superando a las marcas tradicionales.
Limitaciones del crecimiento
Analistas sugieren que se acerca un límite natural para este crecimiento. En economías desarrolladas raramente se supera el 55-60% de participación, ya que existen sectores donde las marcas convencionales mantienen ventaja, como lujo, tecnología puntera y productos especializados.
El modelo de negocio permite a las cadenas controlar desde la producción hasta la venta, obteniendo mejores márgenes mientras ofrecen precios competitivos. Esta ventaja estructural representa un desafío significativo para las marcas tradicionales que operan separadas del canal de distribución.