La iniciativa republicana de aplicar un tributo al dinero que envían los migrantes indocumentados desde Estados Unidos ha generado reacciones. La propuesta, aprobada en la Cámara baja estadounidense, podría enfrentar obstáculos en el Senado. El autor de este análisis considera que la medida carece de equidad al afectar a un grupo sin representación política, al tiempo que representa una doble carga fiscal para quienes ganan y envían recursos a sus familias en México.
Estrategias para evitar el impuesto del 3.5%
La redacción de la norma contiene huecos que permitirían burlar el pago: la definición precisa de “transferencia de remesas” y “Proveedor de Transferencias de Remesas” deja fuera transacciones directas entre personas. La autoridad tendría que probar que cada operación entra dentro de los criterios fiscales, lo que resulta prácticamente imposible dada la cantidad de movimientos financieros.
- Canalizar recursos a través de ciudadanos estadounidenses: Los migrantes podrían entregar dinero a un familiar o amigo con estatus legal para que realice el envío por una plataforma autorizada. Esta práctica, aunque legal en apariencia, sería difícil de vigilar por las autoridades.
- Uso de monedas digitales: Las criptomonedas permiten transferencias directas sin intermediarios. Las billeteras que no custodian claves privadas no serían consideradas como “Proveedores de Transferencias de Remesas”, y ciertos sistemas ocultan detalles de las operaciones, dificultando su rastreo.
- Transporte físico de efectivo: Las remesas pequeñas podrían cruzar la frontera en efectivo sin declarar, aprovechando que el umbral para reportar movimientos es de 10 mil dólares. Esta alternativa implica riesgos por la inseguridad y la logística de trasladar dinero.
Alternativas menos convencionales
Existen otras vías para transferir valor sin pagar el impuesto:
- Envío de bienes en lugar de dinero: Comprar artículos en Estados Unidos y enviarlos a México representa una forma de trasladar recursos. Joyas, electrónicos y otros objetos de alto valor serían más difíciles de fiscalizar.
- Pago directo de servicios: Quienes desean enviar dinero podrían pagar recibos médicos, educativos o de entretenimiento para sus familiares en México utilizando tarjetas internacionales o plataformas como PayPal.
- Uso de tarjetas prepagadas: Cargar dinero a una tarjeta electrónica y entregarla a un familiar evita utilizar servicios de transferencia autorizados. También es posible comprar tarjetas de regalo electrónicas para plataformas mexicanas.
Opciones informales y riesgosos
El impuesto podría impulsar el resurgimiento de métodos no regulados: sistemas como Hawala, Hundi o Fei Ch’ien operan mediante redes de confianza y evitan el control oficial. También podría aumentar el uso de “cundinas”, “tandas” o negocios fachada para mover dinero. Estos métodos ofrecen rapidez y discreción, pero carecen de seguridad y protección legal.
“Una vez más, ganó la pulsión chovinista. Erramos quienes calculamos que Trump no se atrevería a gravar las remesas”
El autor concluye que: aunque el impuesto podría generar ingresos, su implementación impulsará prácticas para evitarlo. Cada persona decidirá si aceptar o rechazar el cobro, pero quienes opten por resistir lo harán tanto por interés personal como por protesta colectiva. El análisis final destaca la doble admiración hacia quienes trabajan arduamente y demuestran solidaridad con sus familiares en México.