Un inesperado giro del destino y una producción televisiva internacional se convirtieron en elementos cruciales para evitar que un ciudadano estadounidense fuera ejecutado por un delito que no cometió. Juan Ignacio Catalán, señalado falsamente por el homicidio de Marta Puebla, una adolescente de 16 años vinculada a un proceso judicial contra su hermano Mario Catalán, logró demostrar su inocencia gracias a un descubrimiento insólito.
El hallazgo que cambió el curso del juicio
Todd Melnik, el abogado defensor, encontró un elemento inesperado que corroboraba la versión del acusado sobre su paradero durante el crimen. “Juan recordaba haber estado en el estadio de los Dodgers la misma noche del asesinato, junto a su hija y amigos”, reveló Melnik. La coincidencia con una filmación de Curb Your Enthusiasm, programa de HBO grabado ese mismo día en el recinto deportivo, resultó determinante.
Tras revisar largamente las imágenes, se comprobó que Juan Catalán aparecía claramente identificado en el lugar exacto a la hora precisa en que se cometía el crimen, desvirtuando su participación. “Encontré a Juan caminando con su hija justo a la hora del asesinato”, afirmó Melnik sobre el material audiovisual que terminó siendo prueba clave.
Evidencias complementarias y un desenlace inesperado
Además del metraje televisivo, los registros telefónicos entre el acusado y su esposa demostraron que se encontraba en el estadio a las 10:10 de la noche, imposibilitando su presencia en el escenario del crimen 20 minutos después. Aunque la fiscal principal, conocida como “la Sniper”, mostró resistencia ante estos elementos, la jueza Leslie Dunn tomó la decisión final de desestimar los cargos.
Tras su liberación, Catalán protagonizó un emotivo reencuentro con su abogado y su hija, quienes permanecieron a su lado durante el proceso. El caso, que evidenció errores judiciales y sesgos de percepción, derivó en una indemnización de 20,000 dólares por parte del municipio angelino, así como en el traslado de los agentes investigadores.