El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, reveló que el gobierno de Estados Unidos iniciará un proceso de revocación de visas para estudiantes provenientes de China, particularmente aquellos vinculados al Partido Comunista Chino o que cursen disciplinas consideradas estratégicas.
Políticas restrictivas y cooperación interinstitucional
En un comunicado oficial titulado “Las nuevas políticas de visados ponen a Estados Unidos primero, no a China”, Rubio destacó la colaboración entre el Departamento de Estado y el de Seguridad Nacional para implementar una “revocación agresiva” de visas existentes. Además, anunció que se reexaminarán los criterios de otorgamiento para intensificar el análisis de futuras solicitudes provenientes de ciudadanos chinos y residentes de Hong Kong.
Reacciones de la diplomacia china
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, expresó públicamente la preocupación de su gobierno por estas medidas restrictivas. “China considera que las colaboraciones educativas y los intercambios académicos no deben ser obstaculizados. Hacemos un llamado a Estados Unidos para que garantice los derechos e intereses legítimos de todos los estudiantes internacionales, incluyendo los de China”, afirmó en un comunicado oficial.
Contexto de restricciones migratorias
El presidente Donald Trump emitió instrucciones a las representaciones diplomáticas estadounidenses para suspender la programación de nuevas entrevistas para visas de estudiantes extranjeros, según reportó Politico. Esta medida se aplicará hasta que se emitan nuevas directrices sobre el análisis de perfiles en redes sociales de los solicitantes.
Esta política no es nueva, ya que la administración Trump había implementado anteriormente controles específicos sobre estudiantes que participaron en protestas pro-palestinas en universidades norteamericanas relacionadas con el conflicto en Gaza. Ahora se extiende a todos los solicitantes de visas F, M y J, que corresponden a estudiantes universitarios, técnicos y académicos internacionales respectivamente.
Impacto en instituciones educativas
La Universidad de Harvard enfrenta consecuencias directas de estas acciones gubernamentales. El Departamento de Seguridad Nacional revocó la certificación de la institución para participar en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVI), impidiéndole matricular a nuevos estudiantes internacionales para el ciclo académico 2025-2026. Los estudiantes extranjeros actualmente inscritos deberán transferirse a otras instituciones o perderán su estatus migratorio legal.
Marco legal y controversias
Un fallo judicial reciente emitido por el juez federal Jeffrey S. White del Distrito Norte de California ordenó al gobierno de Trump detener la revocación de visas de estudiantes internacionales. La decisión judicial prohíbe al Departamento de Seguridad Nacional y al Servicio de Inmigración y Aduanas “arrestar o encarcelar” a estudiantes que presentaron la demanda y a cualquier persona en situación similar a nivel nacional.
El texto judicial argumenta que “el alivio a nivel nacional es apropiado” debido a que la política gubernamental “ha generado desestabilización en las vidas, no solo de los demandantes, sino también de otros no-inmigrantes (con visas) F-1 similares en todo Estados Unidos”.
Posiciones políticas y declaraciones oficiales
Durante una audiencia en el Senado, Marco Rubio enfatizó que “una visa no es un derecho, es un privilegio”, justificando así las acciones del gobierno. La administración Trump ha cancelado miles de visas estudiantiles desde el 1 de enero, enfocándose especialmente en estudiantes que han participado en protestas relacionadas con el conflicto en Gaza, a los que acusa de promover el antisemitismo y generar disturbios en centros educativos.
