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Lorena Gómez revela su experiencia con trastornos alimentarios: ‘No se superan, se aprende a convivir’

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En una reciente participación en el podcast Upeka, conducido por Tania Llasera, la cantante Lorena Gómez compartió su lucha contra un trastorno alimentario que desarrolló tras recibir comentarios críticos sobre su apariencia física. La exconcursante de Operación Triunfo aseguró que esta experiencia ha sido un proceso de aprendizaje constante, aunque advirtió que “no se supera nunca, se aprende a vivir con ello”.

El impacto de la crítica en la salud mental

La conversación en el espacio radial, que contó con la presencia de la psicóloga Guada Sánchez y la creadora de contenido Mercè Bona, giró en torno a la autoexigencia femenina y su relación con la salud mental. Durante la charla, Lorena detalló cómo un comentario sobre su figura corporal, realizado por una persona vinculada a su carrera profesional, desencadenó una etapa compleja en su vida. “Imagínate esas palabras para una niña que siempre se ha sentido insegura con su cuerpo, que siempre se ha visto gordita, más grande que el resto de la gente… veía a mis amigas todas delgaditas monísimas… yo deseando hacer una 34 y hacía una 40…”, relató.

Un camino de recuperación

La cantante explicó que la situación llegó a un punto crítico que requirió atención médica especializada. “Empecé un TCA, gracias a Dios que nunca me tuvieron que hospitalizar, pero a mi madre la hice sufrir muchísimo, a mi familia”, confesó. Detalló que su proceso de recuperación incluyó controles médicos estrictos, incluyendo la necesidad de que su médico le tomara el peso de espaldas para evitar el miedo a la báscula.

Reflexiones sobre la exigencia social

El podcast también abordó el tema de la presión que enfrentan las mujeres en diferentes aspectos de su vida, especialmente en el rol materno. Lorena admitió que intenta ocultar sus emociones frente a su hijo para mantener una imagen de fortaleza: “Huyo para llorar. Me exijo no llorar, no lloro delante de mi hijo”. La psicóloga Guada Sánchez destacó que esta autoexigencia suele funcionar como un mecanismo de defensa ante situaciones de vulnerabilidad.

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“¿Si soy más maja conmigo misma qué es lo peor que puede pasar?”, propuso Guada Sánchez como reflexión inicial.