La Base Naval de Norfolk, situada en la costa atlántica estadounidense, se mantiene en constante actividad con preparativos en sus muelles. Soldados en uniforme azul cruzan apresurados mientras helicópteros aterrizan cerca de zonas donde se cargan suministros para abastecer a los buques, incluyendo al portaaviones USS George H. W. Bush.
Un coloso marítimo
El CVN-77, apodo del portaaviones, forma parte de un grupo táctico compuesto por fragatas y destructores. Mide más de 300 metros de eslora, equivalente a tres canchas de fútbol consecutivas o la Torre Eiffel en posición horizontal. Su cubierta alberga hasta cincuenta aeronaves y permite múltiples despegues simultáneos en zonas como el Mediterráneo, el mar Rojo o el Golfo Pérsico.
Historial operativo y capacidad nuclear
Esta nave ha intervenido en operaciones contra el Estado Islámico y en represalias tras los ataques del 11 de septiembre. Sus catapultas y motores de 260.000 caballos de potencia funcionan mediante energía nuclear, otorgándole autonomía total. “Cuando zarpa es como una ciudad flotante”, declara Stan Zaneski, tripulante encargado de la cabina de control.
La base concentra 75 embarcaciones distribuidas en 14 muelles y 134 aeronaves almacenadas en 11 hangares. Miles de militares entrenan constantemente en este enclave, activo desde su fundación como aeródromo para hidroaviones durante la Primera Guerra Mundial.
Rivalidad con China
A pesar de ser la mayor base naval del planeta, Estados Unidos enfrenta preocupación por el despegue de la industria marítima china. El presidente Donald Trump emitió en abril una orden ejecutiva buscando recuperar el liderazgo naval, destacando que “EE.UU. fabrica el 0,2 % de los buques globales, mientras China produce el 74 %”.
El Pentágono prioriza incrementar su producción naval, según declaraciones del secretario de la Armada John Phelan: “Reconstruir nuestra base industrial marítima arruinada es un imperativo de seguridad nacional”.
Operaciones históricas
El destructor USS Bainbridge (DDG-96), parte del grupo táctico de los portaaviones, destacó en 2009 por rescatar al capitán Richard Phillips de piratas somalíes. Esta acción inspiró la película ‘Captain Phillips’, protagonizada por Tom Hanks.
“Nuestro trabajo es mantener la paz, es decir, vencer en tiempos de combate”, afirma el suboficial James Konopa, con experiencia en seis embarcaciones en misiones principalmente en el Pacífico y Oriente Medio. La Armada estadounidense celebra este año su 250 aniversario.