Ascenso imparable del gigante asiático
China está a punto de superar a Corea del Sur en el mercado mundial de televisores, acercándose al liderazgo con una diferencia mínima del 1%. Mientras que en las décadas de 1980 y 1990 Japón dominaba este sector con marcas emblemáticas como Sony, Corea del Sur logró posicionarse como el principal referente del mercado durante las últimas décadas. Sin embargo, la creciente competencia de las empresas chinas está poniendo en peligro esta supremacía.
Según revela un informe detallado del analista Jukanlosreve, las condiciones actuales no favorecen a las compañías coreanas. Las firmas tecnológicas surcoreanas LG y Samsung enfrentan una situación compleja marcada por costos crecientes, beneficios reducidos y competidores que ofrecen precios más bajos respaldados por subsidios gubernamentales. La caída en ventas globales y el incremento en el precio de componentes clave, como los paneles LCD, han generado una crisis que obliga a tomar medidas urgentes.
Medidas extremas de las empresas surcoreanas
La empresa líder en ventas de televisores, Samsung, ha implementado su “modo emergencia”. Este plan incluye drásticas reducciones de gastos: eliminación de viajes internacionales evitables, reducción de reuniones y recortes en gastos operativos con el objetivo claro de disminuir el gasto general en un 20%.
LG también atraviesa dificultades significativas, registrando un margen de ganancias apenas del 0.1% en los primeros meses de 2025. La decisión de trasladar parte de su producción de paneles LCD a China se ha convertido en un factor que complica aún más su situación, especialmente en un momento en que los costos de estos componentes han subido y la competencia se intensifica en todos los frentes.
El modelo exitoso de las marcas chinas
Hisense y TCL, dos fabricantes chinos que previamente tenían presencia limitada fuera de Asia, están logrando un rápido crecimiento global. Su éxito se fundamenta en una combinación de inteligencia comercial y apoyo institucional. En el mercado doméstico, sus ventas se ven impulsadas por programas gubernamentales de renovación tecnológica que les permiten mantener precios bajos en mercados internacionales sin comprometer sus beneficios.
China no solo domina la producción de pantallas LCD, sino que controla toda la cadena de fabricación sin intermediarios, lo que le proporciona una ventaja estratégica significativa. En tecnología OLED también están avanzando rápidamente, con empresas como BOE compitiendo directamente contra los fabricantes surcoreanos.
Nuevos escenarios regulatorios
Un reciente fallo del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos ha eliminado ciertos aranceles que afectaban a los fabricantes chinos. Esta decisión abre nuevas oportunidades para empresas como TCL en el mercado estadounidense, reduciendo una de las pocas ventajas que mantenían Samsung y LG. Además, la estrategia de producción en México, que antes representaba una ventaja competitiva para las firmas surcoreanas, está perdiendo su efecto diferenciador.
“China va a coger el liderato de las TV a nivel mundial y Corea del Sur no puede hacer nada al respecto según parece”, se afirma en el análisis.
La gran incógnita que se plantea es si Corea del Sur podrá recuperar su posición dominante como lo hizo anteriormente al desplazar a Japón. Frente a la evidente transformación en el sector, muchos expertos coinciden en que China está destinada a convertirse en el nuevo líder indiscutible en la industria de los televisores.