El escenario humanitario en Sudán sufre un deterioro constante mientras se intensifica el enfrentamiento armado que azota el país africano. Stéphane Dujarric de la Rivière, vocero del líder máximo de la ONU, alertó sobre la situación crítica en El Fasher y el campamento de Abu Shouk, ambos bajo asedio de las RSF con ataques aéreos continuos.
Desplazamientos y divisiones tribales
En Kordofán del Sur, la Organización Internacional para las Migraciones registró la huida de 2,800 personas -mayoritariamente mujeres y menores- la semana anterior por la reactivación de los combates en Dibebad. En Kordofán Occidental, ante el avance del ejército regular (SAF), las tribus misseriya -antes aliadas de las RSF- se fracturan entre mantener su apoyo a los paramilitares o negociar con las fuerzas de Jartum.
Acciones bélicas escalan en bastiones estratégicos
Los choques armados se han recrudecido en Darfur y Kordofán, donde las RSF prepararían un gobierno paralelo. Las fuerzas enfrentadas emplean drones para atacar centros de control enemigos: Nyala, capital de Darfur del Sur y sede estratégica de las RSF, y Port Sudan, actual base de la administración alineada con las SAF.
Reconquista parcial y emergencia sanitaria
Aunque Jartum fue recuperada por las SAF, la urbe aún no puede albergar instituciones gubernamentales. Datos de la ONU indican que en la región capitalina el cólera se ha disparado un 80% en dos semanas, alcanzando más de 8,500 casos sospechosos. Pese a que la OMS ha provisto algunos medicamentos a hospitales locales,
“se necesita mucho más para contener la epidemia”
, enfatizó Dujarric.
