La provincia de Manitoba enfrenta una situación crítica tras la expansión de un incendio forestal que ha obligado a la evacuación de aproximadamente 17,000 individuos. El siniestro, resultado de la fusión entre dos focos de fuego, abarca ya 300,000 hectáreas, convirtiéndose en el más extenso de una serie de conflagraciones que afectan al oeste canadiense.
Condiciones climáticas favorecen labores de contención
“Estamos teniendo temperaturas más frías, una humedad un poco más elevada y los vientos han sido entre bajos y moderados”, afirmó Kristin Hayward, viceministra de Servicios Forestales de Manitoba, durante una conferencia de prensa. Esta mejoría en el clima ha permitido que las brigadas especializadas puedan enfocarse con mayor eficacia en el control de las llamas.
Impacto regional y desplazamiento masivo
Manitoba se ha convertido en el epicentro de esta ola de incendios, con 27 focos activos. Más del 90% de los evacuados pertenecen a comunidades indígenas ubicadas en zonas remotas del norte provincial. En Saskatchewan, vecina de Manitoba, se registran 25 incendios y un éxodo de 8,000 personas. Mientras tanto, en Alberta, 52 focos activos han provocado la destrucción total de varias localidades aisladas.
Pérdidas económicas en el sector energético
El avance de las llamas ha obligado a compañías petroleras a detener sus actividades en el norte de Alberta, causando una reducción de 350,000 barriles diarios en la extracción de crudo. Este volumen representa el 7% de la producción nacional de Canadá, según estimaciones del sector.
Alcance ambiental a nivel internacional
El humo generado por los incendios no solo afecta a Canadá, sino que se ha extendido hacia regiones de Estados Unidos y Europa. El Ministerio de Medio Ambiente del país mantiene alertas sobre la calidad del aire y la visibilidad reducida en gran parte del oeste nacional.
De acuerdo con datos oficiales, actualmente existen 208 incendios forestales activos en todo Canadá, 11 más que en el día previo. Hasta el momento, este año se han visto consumidas por el fuego 1.4 millones de hectáreas, superando considerablemente la cifra registrada en el mismo periodo de años anteriores.