El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ratificó la sentencia que impone cuatro años de prisión a un hombre de 53 años, considerado culpable de cometer un delito de agresión sexual con violencia y abuso de poder contra su hija menor. El incidente ocurrió cuando el acusado disfrutaba de un permiso penitenciario otorgado durante su estancia en prisión.
Detalles del crimen durante permiso carcelario
Según el documento judicial, el acusado solicitó a su hija que lo recogiera el 25 de diciembre de 2017 en una finca rural ubicada en una localidad de Córdoba. La joven acudió al lugar acompañada de dos personas, pero el hombre logró quedarse a solas con su hija. La resolución detalla que “bajo engaño, el padre consiguió quedarse a solas con su hija”, para después “abalanzarse sobre ella, cogerla de la cintura y estamparla contra un muro del salón, empujándola, golpeándola y arrastrándola con violencia hacia el dormitorio”. El proceso judicial reconoció que la víctima mostró una fuerte resistencia durante el ataque.
Secuelas físicas y psicológicas en la víctima
El ataque dejó consecuencias graves en la salud de la joven, quien presentó traumatismos en rostro, cuello y torso, además de heridas externas y una crisis de ansiedad. La documentación médica indica que requirió atención médica una sola vez, pero necesitó 45 días para recuperarse completamente, periodo en el cual experimentó una disminución moderada de su calidad de vida. Se le diagnosticó trastorno por estrés postraumático como resultado del suceso.
Reacciones y medidas legales posteriores
El tribunal relata que “varios forcejeos entre ellos hasta que sonó un pitido en el teléfono de ella que motivó que el padre cesara en su actuación violenta, pidiéndole entonces éste perdón a su hija, lo que aprovechó ella para, mediando un abrazo con el padre y a sus espaldas, mandar mensajes telefónicos de socorro”. La joven logró escapar de la vivienda con ayuda de las personas que la acompañaban, mientras el acusado abandonó el lugar antes de que llegaran las autoridades.
Condena y sanciones económicas
Además de la pena privativa de libertad, el condenado deberá cumplir una orden de alejamiento de su hija durante once años. También fue sancionado con una multa de 200 euros y otra orden de separación durante 70 días por un delito leve de lesiones. Deberá pagar 600 euros por el tiempo de recuperación, mil euros por la secuela psicológica y 15.000 euros por daño moral a su hija.