Impacto en la comunidad por cierre de estación de servicio
Habitantes de la zona baja de Huixtla enfrentan dificultades para abastecerse de combustible desde hace más de dos meses debido al cierre de la gasolinera “La Montaña” ubicada en el camino Huixtla-Ingenio Azucarero, en el kilómetro 4. Este establecimiento se encuentra inactivo por trabajos de reparación no especificados.
La ausencia de esta estación obliga a conductores y usuarios a trasladarse hasta la cabecera municipal para realizar sus compras de gasolina, lo que incrementa el tiempo y costos de desplazamiento. La situación ha derivado en la búsqueda de alternativas no oficiales para obtener el combustible.
Alternativas irregulares y riesgos asociados
Para mitigar el problema, algunos residentes recurren a puntos clandestinos donde adquieren gasolina en pequeñas cantidades, aunque con riesgos de calidad y seguridad. “Hay algunos puntos donde venden gasolina, pero es probable que tenga agua, en algunos es barata y en otros más cara que la que venden las gasolineras”, señaló un habitante del cantón Las Delicias.
En tiendas de abarrotes, el litro de gasolina Magna alcanza un precio de 25 pesos, siendo despachado en recipientes improvisados como botellas de refresco de uno o dos litros. Esta práctica se ha generalizado en la región debido a la falta de opciones reguladas más cercanas.
Incógnita sobre los trabajos de reparación
Los vecinos mencionan que desde hace varios meses la gasolinera fue rodeada con lonas negras, pero no tienen información precisa sobre la naturaleza de los trabajos que se realizan en el interior. Mientras se resuelve la situación, las opciones más accesibles para abastecerse son las gasolineras “Azul”, “Akishino” o “El Hueyate” en la cabecera municipal.