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La historia de Pininfarina a lo largo de sus 95 años de innovación en diseño

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De los primeros diseños a la diversificación industrial

La firma italiana de diseño automotriz celebra sus 95 años de trayectoria, durante los cuales ha dejado su huella en marcas icónicas como Ferrari, Alfa Romeo, Peugeot, Fiat, GM, Lancia, Maserati, Cadillac, Rolls-Royce y hasta fabricantes asiáticos como Chery, Brilliance, JAC, VinFast, Daewoo y Hyundai. Su influencia trasciende el automovilismo: desde los años 80, la compañía también ha incursionado en el diseño de trenes de alta velocidad, autobuses, tranvías, vehículos de transporte urbano, yates y aviones privados.

En 1986 nació Pininfarina Extra, división dedicada a consultoría en diseño industrial, arquitectura, interiores y gráfico. Un ejemplo de su alcance es el logotipo de Motor1.com, creado por esta rama de la empresa.

Los inicios de una leyenda

El fundador, Battista “Pinin” Farina, dejó la empresa familiar Stabilimenti Farina en 1928 y estableció Carrozzeria Pinin Farina con apoyo de su esposa y Vincenzo Lancia. En ese primer año contó con 18 empleados que produjeron 50 carrocerías. En 1930 se convirtió en sociedad anónima con sede en Turín, y comenzó a fabricar carrocerías para marcas como Lancia, Alfa Romeo, Isotta-Fraschini, Hispano-Suiza, Fiat, Cadillac y Rolls-Royce.

Destacó por ser el primer fabricante en usar el método monocasco autoportante, especialmente con sus diseños para Lancia. Durante la Segunda Guerra Mundial, aunque la producción automotriz se detuvo, la compañía siguió operando con 400 empleados, fabricando 150 carrocerías mensuales destinadas a ambulancias y vehículos militares. Su fábrica fue destruida por bombardeos aliados.

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Consolidación internacional y colaboraciones clave

En 1946, cuando a los fabricantes italianos se les prohibió exhibir en el Salón de París, Pinin Farina encontró una solución ingeniosa: exhibió dos vehículos frente al Grand Palais. La prensa y el público respondieron positivamente, a pesar de las críticas de la organización. El Cisitalia 202 Coupé, lanzado en 1945, consolidó su reputación mundial. En 1951, este modelo se exhibió en la prestigiosa exposición “Ocho Automóviles” del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde se fabricaron 170 unidades.

La exposición atrajo la atención de Nash-Kelvinator, lo que llevó a colaboraciones como el diseño de las series Nash Ambassador y Statesman en 1952. Aunque parcialmente inspirados en diseños italianos, el Nash-Healey fue totalmente diseñado por el equipo de Pininfarina y manufacturado en Turín.

Colaboraciones transatlánticas y diseños emblemáticos

En 1959 y 1960, la firma diseñó las carrocerías del Cadillac Eldorado Brougham, ensambladas en Italia y enviadas a Estados Unidos. Un procedimiento similar se usó en los años 80 con el Cadillac Allanté, cuyas carrocerías se fabricaban en Italia y se enviaban a Detroit para completar su ensamble.

La colaboración más emblemática comenzó en 1951 con Ferrari. El primer encuentro entre Battista Farina y Enzo Ferrari ocurrió en un restaurante de Tortona. Desde entonces, Pininfarina diseñó casi todos los modelos de producción de Ferrari, excepto el Dino 308 GT4 de 1973. La relación terminó con el lanzamiento del Ferrari F12berlinetta (2012-2017), cediendo el diseño posterior al Centro Stile Ferrari.

En 1954, Farina adquirió un terreno en Grugliasco para construir una planta moderna. Allí se fabricó el Alfa Romeo Giulietta Spider, con 1,025 unidades en 1958 y más de 4,000 en 1959. En 1961, Battista Farina oficializó el traspaso de la empresa a su hijo Sergio y a su yerno Renzo Carli, mientras el nombre de la empresa se estandizaba como Pininfarina.

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Expansión tecnológica y alianzas estratégicas

Desde mediados de los años 60, la empresa invirtió en investigación y tecnología. En 1966 se inauguró el centro de estudios e investigación en Grugliasco, con 8,000 metros cuadrados y 180 técnicos. En 1967 se estableció un centro de cálculo y diseño, y en 1972 se abrió el primer túnel de viento italiano para vehículos de tamaño real.

En 1982 creó Studi e Ricerche en Cambiano, donde en 2002 se construyó un nuevo centro de desarrollo. En 1983 firmó un acuerdo con General Motors para fabricar el Cadillac Allanté. La planta de San Giorgio se creó en 1985, y en 1996 Mitsubishi decidió producir el Pajero Pinin en Italia por menores costos. La producción comenzó en Bairo Canavese en 1997.

En 2003, estableció una joint venture con Volvo llamada Pininfarina Sverige AB en Uddevalla, Suecia. El primer modelo producido fue el Volvo C70, lanzado al mercado en 2006.

Reestructuración y nueva propiedad

En 2008, la empresa enfrentó problemas financieros que llevaron a un grupo inversor encabezado por Piero Ferrari, Ratan Tata y Vincent Bolloré a inyectar 100 millones de euros. La familia Pininfarina redujo su participación, y la deuda total llegó a 598 millones de euros a finales de ese año. Se logró un acuerdo de reprogramación de la deuda y se buscó un comprador para la participación familiar.

En 2012 se extendió el plazo de reembolso hasta 2018 con condiciones favorables de interés. Aunque la familia mantuvo inicialmente el control, el Grupo Mahindra adquirió finalmente la empresa por 168 millones de euros. Mahindra y su filial Tech Mahindra compraron el 76% del holding Pincar y ofrecieron el mismo valor por las acciones restantes, además de invertir 20 millones de euros y emitir una garantía de 114.5 millones de euros para los acreedores.

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Legado de grandes diseñadores

Figuras clave que trabajaron para Pininfarina incluyen a Franco Scaglione, Aldo Brovarone, Tom Tjaarda, Paolo Martin (creador del Ferrari Modulo), Pietro Camardella (responsable de los Ferrari F40 y F50) y Ken Okuyama. Su contribución ayudó a consolidar a la marca como referente global en diseño automotriz.