Material nuclear cercano a nivel militar
El titular del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, reveló que Irán cuenta con suficiente material nuclear para producir entre seis y ocho armas atómicas. Sin embargo, “no quiere decir que tengan hoy un arma nuclear”, puntualizó durante una entrevista con Radio Mitre. El funcionario destacó que el país posee uranio enriquecido al 60%, acercándose al 90% requerido para aplicaciones militares.
Impacto limitado de ataques israelíes
Los bombardeos israelíes contra instalaciones nucleares iraníes tuvieron “un efecto muy limitado” en contaminación radiológica, aunque causaron daños estructurales significativos. Grossi mencionó que las 15,000 centrifugadoras en la planta subterránea de Natanz probablemente fueron “gravemente dañadas o destruidas” por cortes de energía tras los ataques. El director del OIEA también confirmó que Irán ha construido instalaciones nucleares subterráneas, visitadas personalmente por él, como medida de protección ante ataques previos.
Escalada de tensión en Oriente Medio
El conflicto entre Israel e Irán se intensificó después de los ataques aéreos israelíes contra Natanz, dejando la principal planta de enriquecimiento de uranio gravemente afectada. Además de Natanz, se reportaron daños en cuatro edificios del complejo nuclear de Isfahán, incluyendo instalaciones de conversión de uranio y fabricación de combustible nuclear. Mientras tanto, Irán anunció que suspenderá su cooperación con el OIEA, citando el “silencio” del organismo frente a los bombardeos.
Coordinación internacional y falta de transparencia
Grossi indicó que, aunque no ha hablado directamente con líderes como Donald Trump o Benjamin Netanyahu, ha mantenido comunicación con sus cercanos. El director del OIEA también cuestionó la falta de transparencia de Irán, señalando que “si no tienen nada que ocultar, entonces tienen que mostrarnos mucho más”. La Junta de Gobernadores del OIEA aprobó una resolución que condena a Irán por incumplir sus obligaciones nucleares, medida respaldada por 19 países y rechazada por Rusia, China y Burkina Faso.
