El estado de Tlaxcala enfrenta condiciones climáticas atípicas durante el inicio de la temporada veraniega, caracterizadas por precipitaciones abundantes y temperaturas significativamente bajas. Según el Servicio Meteorológico Nacional, esta situación resulta de la combinación de restos del huracán Erick en el Pacífico con sistemas de baja presión internos, provocando lluvias fuertes, nieblas densas y un enfriamiento generalizado.
Descenso térmico en múltiples localidades
Termómetros registraron temperaturas mínimas de hasta 9 grados Celsius en varias regiones del estado, incluyendo Tequexquitla, Tlaxco, Calpulalpan, Atltzayanca y el valle de Huamantla. Para la próxima semana se pronostican lluvias diarias con tormentas en la tarde, actividad eléctrica y vientos superiores a 45 km/h. Al menos 40 de los 60 municipios mantendrán temperaturas por debajo de los 20 °C.
Prevención de inundaciones en zonas críticas
Ante el crecimiento del río Zahuapan, autoridades del sector infraestructura realizaron trabajos de desazolve en puntos estratégicos de la capital, Totolac y Panotla. La Coordinación Estatal de Protección Civil destacó que este afluente ya ha presentado desbordamientos en ocasiones previas.
La vida cotidiana en el centro de Tlaxcala muestra evidencias visibles del fenómeno: charcos abundantes, uso constante de paraguas y vestimenta de abrigo. Los habitantes han modificado sus rutinas para adaptarse a este clima típico de la temporada.
Voces de la comunidad afectada
“Desde hace días no salgo sin chamarra ni paraguas. Es raro ver llover tanto en esta época. Pensábamos que el calor iba a pegar fuerte, pero ha sido al revés”, comenta doña Irma López, comerciante del mercado en la Loma Xicohténcatl.
“Las carreteras están resbalosas, hay que manejar con más cuidado. Muchos pasajeros ahora cargan doble ropa y prefieren no salir de casa este domingo”, afirmó Luis Hernández, taxista local.
Medidas preventivas recomendadas
La CEPC ha emitido una serie de advertencias para mitigar riesgos: revisar y limpiar drenajes y techos, evitar cruzar corrientes de agua crecidas, proteger especialmente a grupos vulnerables del frío, y no salir durante tormentas. En caso necesario, se recomienda el uso de impermeables o paraguas.
Actualmente se mantiene una alerta amarilla en 10 municipios con mayor riesgo de desbordamientos en barrancas, presas o cuerpos de agua. Aunque estas lluvias benefician a los cultivos, representan una amenaza para viviendas ubicadas en zonas propensas a inundaciones.
Las autoridades estatales exhortan a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales y atentos a los avisos meteorológicos, destacando que el estado atraviesa un verano donde “el agua no solo corre por las calles, sino también por las preocupaciones de quienes dependen del clima para vivir”.
