Problemas estructurales y operativos en la Línea A del Metro
La Línea A del Metro, que conecta Pantitlán con La Paz, enfrenta fallas persistentes desde hace varios años. A pesar de que estas problemáticas fueron identificadas en el Plan Maestro 2018-2030, la solución se ha postergado y no iniciará hasta 2026.
Entre los principales inconvenientes están la convivencia forzada en el pilotaje automático de los trenes, filtraciones, hundimientos diferenciados en el terreno, talleres insuficientes y refacciones descontinuadas. Estas deficiencias han provocado la constante interrupción del servicio, como ocurrió a principios de junio de 2025, cuando las vías se inundaron debido a las lluvias, obligando a evacuar a los pasajeros.
Alertas tempranas no atendidas
El Plan Maestro del Metro 2018-2030, elaborado con la participación de asociaciones, expertos y exdirectores del Metro, ya advertía sobre estos problemas. Sin embargo, no se han tomado las medidas necesarias para resolverlos de manera inmediata.
“Al inicio de cada administración no existe un proceso de formulación del Plan Institucional que sea participativo interinstitucionalmente para definir esta herramienta de planeación que orienta y evalúa el desempeño del Sistema a corto y mediano plazo”, señala el documento.
Compromisos gubernamentales sin concretar
Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, aseguró que la Línea A se convertirá en el “corazón de la movilidad en la metrópoli”. No obstante, aún no se tienen detalles del proyecto ni del cronograma de ejecución, aunque se mencionó que el gobierno federal podría participar.
“El próximo año (2026) vamos a iniciar el arreglo de la Línea A del Metro porque tiene problemas, va muy lento el Metro porque justo va por Zaragoza y tiene esas afectaciones (de hundimientos diferenciados)”, informó la presidenta Claudia Sheinbaum. “Hay muchas obras que pueden ayudar muchísimo, particularmente en Zaragoza (…) parece como que está mal pavimentada (pero) el problema es que hay hundimientos”, agregó.
Retrasos en la modernización de los talleres
En febrero de 2025, Clara Brugada entregó la modernización del taller en la estación La Paz, una obra que se había considerado prioritaria desde 2017. A pesar de que se destinaron 70 millones de pesos para su ejecución, tardó 8 años en concluir.
El informe ejecutivo del Sistema de Transporte Colectivo (STC) presentado en 2017 indicaba que no era posible atender más de una avería a la vez, lo que generaba un aumento en los tiempos de reparación y costos de mantenimiento. “Actualmente es imposible la realización oportuna de los trabajos de mantenimiento mayor correctivo en los trenes de la Línea A”, detallaba el documento.
Problemas técnicos y operativos
Uno de los principales inconvenientes es que los trenes de la Línea A no están sincronizados en el sistema de pilotaje automático, lo que ha llevado a una operación “forzada”. La línea fue diseñada para trenes de 6 vagones, pero debido a la creciente demanda, se adaptaron trenes de 9 vagones, lo que generó incompatibilidades.
“Actualmente se tienen problemas de deslocalización con los trenes FE-07 de 9 carros, incluyendo también los FM-86 convertidos a 9 carros, sobre todo en las terminales, lo que genera retrasos en la Línea y afectaciones de manera significativa en la operación, sobre todo en las horas de mayor demanda”, se lee en el Plan Maestro del Metro 2018-2030.
Inundaciones recurrentes y riesgos estructurales
Las inundaciones en las vías son una situación recurrente en la Línea A. Las condiciones del suelo de la Ciudad de México, compuesto por arcillas saturadas y un alto nivel freático, junto con las precipitaciones pluviales, han causado afectaciones al sistema de vías. A pesar de que se ha reconocido la necesidad de realizar tratamientos y sellado de filtraciones, hasta ahora no se ha actuado.
El 2 de junio de 2025, la operación de la línea se suspendió nuevamente debido a que el cajón de vía se inundó, dejando sin movilidad a miles de usuarios. En las interestaciones Pantitlán-Agrícola Oriental y Santa Martha-Los Reyes se formaron espejos de agua que superaron los dos metros de profundidad.
Necesidad de reforzar la infraestructura
El crecimiento de la población usuaria de la Línea A ha generado la necesidad de reforzar las pasarelas de las estaciones. Debido a los hundimientos diferenciales en el subsuelo, se han presentado separaciones en la estructura, lo que representa un riesgo en caso de sismos.
“Aunado a esto, el incremento constante de población en la zona oriente del Valle de México y el aumento de usuarios que hacen uso de esta Línea en los últimos años, podría generar una eventualidad en caso de un movimiento sísmico por la pérdida del punto de apoyo”, se señala en el Plan Maestro del Metro 2018-2030.
Impacto en los usuarios
Mientras se desarrolla el proyecto de rehabilitación, los usuarios continuarán enfrentando las fallas y problemas en el funcionamiento de la Línea A. Esta línea transporta diariamente a unos 260 mil pasajeros, muchos de los cuales dependen de ella para sus trayectos diarios.