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Internacional

Detienen nuevamente al jefe de Los Choneros en Ecuador, vinculado al Cártel de Sinaloa

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Operación militar culmina con la reaprehensión del peligroso delincuente

El cabecilla de la organización criminal ecuatoriana Los Choneros, José Adolfo Macías Villamar conocido como ‘Fito’, fue localizado y detenido el 25 de junio de 2025 en la ciudad de Manta, donde permanecía oculto en una estructura subterránea. La operación militar duró diez horas y requirió maquinaria pesada para acceder al escondite donde se encontraba junto a cuatro cómplices.

Prisión de alta seguridad y posibilidad de extradición

El delincuente, de 45 años, fue trasladado a la cárcel La Roca en Guayaquil, centro penitenciario de máxima seguridad donde ya había estado recluido anteriormente. El presidente Daniel Noboa confirmó que se han iniciado los trámites para su extradición a Estados Unidos, país que lo acusa formalmente de siete delitos relacionados con narcotráfico y contrabando de armas.

Vínculos con cartel mexicano y operaciones internacionales

Según informes estadounidenses, Los Choneros operaban en alianza con el Cártel de Sinaloa para transportar cocaína desde Sudamérica hacia Estados Unidos. La banda, fundada en los años 90, era conocida por su control de rutas de distribución y por proveer al cártel mexicano con toneladas de droga producida principalmente en Colombia.

Antecedentes delictivos y fugas carcelarias

Macías Villamar escapó en enero de 2024 de la Cárcel Regional de Guayaquil, convirtiéndose en el objetivo principal de la campaña gubernamental contra el crimen organizado. Esta no es su primera fuga, pues ya había logrado salir de La Roca en 2013 junto a otros 17 integrantes de su organización, aunque fue recapturado tres meses después.

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Impacto en la seguridad nacional

La detención de ‘Fito’ ocurre en un contexto de alta inseguridad en Ecuador, que enfrenta un incremento significativo de homicidios y enfrentamientos entre grupos criminales. El gobierno de Noboa ha declarado el país en estado de excepción, militarizado las prisiones y catalogado a estas bandas como organizaciones terroristas.