Proceso de selección polémico
La compañía ferroviaria estatal belga ha decidido nuevamente favorecer a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) como proveedor principal para el reemplazo de unidades ferroviarias, a pesar de las protestas presentadas por empresas competidoras. El contrato, que oscila entre los 1.695 y 3.400 millones de euros, busca renovar unidades con capacidad para entre 54.000 y 170.000 asientos.
El proceso de selección generó controversia cuando el operador belga escogió a la empresa vasca en primera instancia, lo que motivó que Alstom, con presencia significativa en el país mediante dos plantas industriales, y Siemens presentaran recursos legales en su contra.
Revisión judicial y transparencia
El Consejo de Estado belga detuvo temporalmente las conversaciones contractuales con CAF en abril, mientras se resolvía la impugnación presentada por las empresas competidoras. La institución señaló públicamente a la operadora estatal por deficiencias en la claridad del proceso de evaluación de propuestas.
Según fuentes cercanas al caso, la empresa pública argumenta que la normativa comunitaria europea no le permite considerar aspectos como el impacto laboral regional al momento de elegir proveedores, razón por la cual ratificó su decisión inicial tras revisar el proceso.
Decisión final pendiente
El diario L’Echo destaca que al elaborar los fundamentos técnicos con mayor detalle, la ventaja de CAF sobre Alstom es más clara que en la primera evaluación. Este viernes está previsto que el consejo directivo de la operadora ferroviaria belga analice la propuesta de mantener a la firma española como candidata principal.
De aprobarse esta recomendación, se reiniciarán las conversaciones técnicas y comerciales para concretar el acuerdo definitivo.
“El Consejo de Estado suspendió en abril las negociaciones con CAF a la espera de una sentencia sobre la posible anulación del procedimiento y criticó a la empresa ferroviaria pública SNCB por falta de transparencia en la evaluación de las ofertas.”