El mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció durante una gira por Florida que emitirá una determinación en las siguientes semanas respecto a posibles excepciones para la deportación de empleados en los rubros de edificación y cultivo.
El comunicado fue hecho público durante su presencia en el recién inaugurado centro de contención para migrantes ‘Alligator Alcatraz’, situado en una zona húmeda del estado floridano, según detalló la oficina presidencial.
Impacto en sectores económicos clave
La estrategia migratoria del gobierno, orientada a expulsar a 3,000 inmigrantes cada día, representa un desafío significativo para las industrias de la edificación y el cultivo, donde una proporción considerable de la fuerza laboral está compuesta por extranjeros, especialmente provenientes de América Latina.
Las acciones de registro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han centrado su atención en estos colectivos, generando inquietud entre los trabajadores y poniendo en riesgo el ritmo productivo de dos áreas vitales para la economía de Estados Unidos.
Estadísticas sobre empleo migrante
De acuerdo con datos del Consejo de Inmigración Estadounidense, el 25.7 por ciento de los operarios en el sector de la construcción son extranjeros, de los cuales el 14.1 por ciento carece de documentación legal en el ámbito nacional.
En cuanto al sector agrícola, el 42 por ciento de los empleados no poseen papeles oficiales, según información proporcionada por el Departamento de Agricultura y difundida por el New York Times.
Rechazo a la nueva instalación
El jefe de Estado asistió a la presentación del controversial Alcatraz Alligator junto a la titular de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y al gobernador local, el republicano Ron DeSantis, en un contexto marcado por manifestaciones de organizaciones ambientales y colectivos ciudadanos, cerca del lugar donde opera el nuevo centro de contención.
“Les enseñaremos a huir de un caimán”, dice