Diez años sin caer en el consumo de sustancias es la meta que logró un hombre identificado como “Antonio”, quien compartió su experiencia con adicciones durante una entrevista en Imagen Poblana. Su relato muestra los desafíos de quienes enfrentan este tipo de batallas internas, así como la importancia del apoyo profesional para salir adelante.
Orígenes de la adicción
El joven explicó que su contacto con las drogas comenzó a los 19 años, en un momento de “fragilidad emocional y espiritual”. Esta situación se prolongó durante 15 años, periodo en el que enfrentó consecuencias graves: llegó a robar a su propia familia y estuvo preso.
El punto de quiebre
El cambio llegó hace una década, cuando comenzó a experimentar síntomas de tristeza y culpa. Fue entonces cuando una amiga le habló sobre un centro especializado en rehabilitación. Con el apoyo de su familia, inició un proceso que lo mantendría alejado de las drogas desde entonces.
Desafíos del proceso de recuperación
“Mi familia me llevó y llevo 10 años en mi rehabilitación. A partir de esa fecha, no he consumido nada y mi vida ha sido completamente diferente”, aseguró. Aunque los síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, insomnio y ansiedad fueron notables, mencionó que el mayor obstáculo fue psicológico.
“Y cuando se deja de drogar uno, todo recuerda a cómo era esa sensación, entonces, a la hora que uno deja de consumir, cualquier cosa activa esa obsesión por consumir nuevamente”
Reflexiones tras la recuperación
Durante estos años, ha trabajado en su autoestima y desarrollo personal, descubriendo habilidades que le han permitido reconstruir su vida. El peso de la culpa y el reconocimiento del daño causado a sus seres queridos han sido elementos clave en su motivación para mantenerse sobrio.
“Además, durante mi proceso de rehabilitación he visto que tengo cosas buenas, que puedo desarrollar, que puedo desempeñar y que todas esas habilidades, me hacen confiar en mí, yo no quiero decepcionarme nuevamente, yo no quiero fallarme, quiero vivir en plenitud”