Doce años en clausura religiosa
Jean-Baptiste Gélébart permaneció una década en el convento de los Carmelitas Descalzos en Avon, Francia. Durante su estancia cumplió una rutina rigurosa que incluía oraciones desde el amanecer hasta el anochecer, lecturas espirituales y labores domésticas. Tras doce años, confesó no poder mantener el ritmo exigido y solicitó su salida del monasterio habitado por diez religiosos.
Reinserción social complicada
El retorno a la vida fuera de la comunidad no resultó sencillo, según relata el ahora exreligioso. Necesitó internarse en una institución psiquiátrica para alejarse de la comunidad y recuperarse físicamente y emocionalmente. Durante su estancia en el hospital, tuvo que planear su reinserción laboral y residencial. Es en este momento cuando pretende recuperar los fondos entregados al ingresar.
Disputa por herencia millonaria
El hombre reclama la devolución de aproximadamente 25.000 euros recibidos como herencia que entregó al convento al hacer su voto de pobreza. La comunidad religiosa no ha aceptado devolver el dinero, generando un conflicto legal. Gélébart buscaba alcanzar un acuerdo pacífico, incluyendo apoyo para su reinserción social y compensación por daños psicológicos, pero todas sus peticiones fueron rechazadas.
Conflictos internos y mediáticos
El caso se complicó con el arribo de fray Antoine-Marie Leduc como nuevo superior provincial en 2023. Según Gélébart, el religioso cuestionó su tratamiento psicológico y obstaculizó el proceso de reconciliación durante un año. Por su parte, Leduc afirmó que intentaron alcanzar una solución conciliatoria.
Interpretaciones contradictorias
“Cuando hacemos el compromiso definitivo, al pronunciar el voto de pobreza, todo lo que poseemos debe pasar a la comunidad. En ese momento entregué mi herencia. Se suponía que, al salir, se me devolvería”
Esta es la posición del exreligioso según declaraciones a France Info. Sin embargo, el representante de la orden religiosa sostiene que esa norma solo aplica para religiosos en formación y no para quienes ya han hecho votos perpetuos tras siete años de pertenencia.
Proceso judicial en curso
El abogado Jean-Baptiste Moquet defiende que las reglas de los Carmelitas y la doctrina eclesiástica respaldan la devolución de bienes a religiosos que abandonan la comunidad. Debido a gastos legales y prolongación del caso, la cifra reclamada aumentó a 87.000 euros. El tribunal aún debe resolver sobre todas las pretensiones presentadas.