Persecución sin precedentes en la Vía Expresa
La exvedette Mónica Adaro compartió una experiencia inusual durante su trayectoria pública, detallando cómo junto a la presentadora Tula Rodríguez siguieron al exarquero Juan ‘Chiquito’ Flores en las calles de Lima. Este seguimiento buscaba confirmar rumores sobre la vida sentimental del deportista, usando métodos convencionales debido a la falta de tecnología de rastreo en ese momento.
“Yo la he visto tristona. Se peleaban. He tenido que perseguirlo con Tula a cuadrarlo en la calle, que andaba por ahí con una muchachona… No había GPS en esa época, éramos nosotras el GPS…“, recordó Adaro con tono humorístico, describiendo la interceptación del exjugador en plena Vía Expresa, situación que terminó en un altercado público tras descubrirlo acompañado por una mujer.
Conflictos mediáticos y judiciales
Adaro enfrentó uno de sus momentos más complejos cuando fue señalada en el programa de Magaly Medina con el término ‘prostivedette’, lo cual generó repercusiones personales y familiares. “A mí me resbala lo que puedan decirme o el odio que me puedan tener, pero cuando lo escuchan los que me quieren, es duro”, expresó la artista.
El caso derivó en un juicio que se prolongó aproximadamente cuatro años, en el que Medina presentó múltiples recursos legales. Finalmente, Adaro obtuvo una sentencia favorable en todas las instancias, incluyendo una compensación económica de S/ 50 mil por daños y perjuicios. La vedette enfatizó que su profesión se centraba en la comedia y la danza, sin vinculación con las acusaciones recibidas.
Desafíos en su trayectoria artística
Su paso por el programa ‘Risas y Salsa’ estuvo lleno de obstáculos, entre ellos burlas, exclusión y la desaparición de su salario por tres meses. “Me robaron mi sueldo de tres meses”, aseguró, refiriéndose a la falta de sus primeros pagos tras su contratación. A pesar de esto, recibió apoyo de integrantes masculinos del elenco, quienes la ayudaron a superar estas adversidades y a desarrollar su carrera artística en escenarios nacionales e internacionales.
Mónica Adaro actualmente reside en Estados Unidos, donde se enfoca en mantener su identidad profesional basada en su trabajo actual, alejada de su pasado mediático. Asegura que su legado en ese país se construye desde su desempeño profesional más que desde su trayectoria en Perú.