Egipto intensifica su represión contra creadores de contenido digital al arrestar tres tatuadores en menos de siete días por exhibir videos de mujeres tatuadas en la red social TikTok. Esta acción forma parte de una campaña gubernamental iniciada recientemente contra el contenido considerado inmoral.
Operativos policiales y cargos similares
El Ministerio del Interior confirmó la detención en El Cairo de un joven acusado de “publicar material en redes sociales mostrando tatuajes en cuerpos femeninos de manera inapropiada, contraria a las normas sociales”. Al momento de su arresto, se encontraron en su posesión dispositivos electrónicos con los videos señalados, además de material médico no autorizado. Al ser interrogado, admitió que su objetivo era “incrementar las reproducciones en su perfil y obtener beneficios monetarios”.
La cuenta de TikTok del individuo permanece activa y contiene clips donde se observan tatuajes realizados en zonas como espaldas y brazos de mujeres. Este caso se suma a los arrestos de una pareja de tatuadores en días previos, quienes también difundían contenido similar en múltiples plataformas digitales bajo acusaciones idénticas.
Contexto de represión digital
Desde comienzos de mes, las autoridades egipcias han detenido aproximadamente a treinta creadores de contenido en TikTok, aunque algunos han sido liberados posteriormente. La medida responde a denuncias por “faltar al pudor público”, según informó el gobierno.
Organizaciones defensoras de derechos humanos, como la Iniciativa Egipcia por los Derechos Personales (EIPR), han criticado duramente estos procedimientos, exigiendo el cese inmediato de las acciones judiciales contra estos usuarios. La ONG denuncia que se les imputan “cargos ambiguos con prejuicios morales”, como “violar las costumbres familiares egipcias”, y señala que esta campaña representa una “criminalización selectiva de contenido digital” que inició en 2020 y continúa activa.
Fundamentos de la polémica
Según reportes, los arrestos responden a presiones de campañas en internet que exigían la detención de ciertos creadores, especialmente mujeres provenientes de entornos sociales humildes que lograron reconocimiento y ganancias económicas a través de sus publicaciones.
La tensión aumentó tras la difusión de un video viral donde una creadora de contenido aseguró ser la hija oculta del exmandatario Hosni Mubarak y una exestrella pop, además de denunciar una red de tráfico de órganos que involucraría a figuras del espectáculo egipcio.
“Esto forma parte de una agresiva campaña de seguridad, dentro de un esfuerzo más amplio, aparentemente selectivo desde el punto de vista legal e incipiente, para criminalizar el contenido en línea, que comenzó en 2020 y continúa hasta la fecha”