Historia de empatía en el aeropuerto
Una viajera que llegó al Aeropuerto Internacional de Chihuahua durante la madrugada sufrió una situación complicada al quedarse sin carga en su teléfono justo después de salir del recinto. El lugar había cerrado sus instalaciones nocturnas, dejando a Melissa Ordoñez sin posibilidad de contactar a su conductor de transporte por aplicación. La lluvia inminente, el aislamiento del lugar y la imposibilidad de recargar su dispositivo aumentaron su angustia.
La paciencia de un conductor desconocido
Edgardo, el conductor contratado mediante una aplicación, se mantuvo en espera por 60 minutos en la carretera fuera del aeropuerto, a pesar de no recibir confirmación de su pasajera. La aplicación le enviaba notificaciones sobre el estado del servicio, pero decidió no abandonar el lugar. Su decisión se fundamentó en un mensaje previo de Melissa donde le advertía que su dispositivo se apagaría y que estaría sola fuera del aeropuerto.
Un gesto inspirador
El conductor utilizó el cambio de luces de su auto para hacerse visible, permitiendo que Melissa lo ubicara fácilmente. Durante el trayecto, explicó que su acción se basaba en la empatía hacia su propia hermana, quien frecuentemente enfrenta situaciones similares al viajar. “Y como usted me mandó ese mensaje, yo no quería que usted se quedara aquí sola”, fue una de las frases que compartió con su pasajera, destacando su preocupación genuina.
Reconocimiento público y lecciones aprendidas
La experiencia fue compartida por Melissa en redes sociales, donde se volvió viral. Aunque intentó contactar nuevamente al conductor para mostrar su agradecimiento económico, prefirió no revelar públicamente sus datos. La joven destacó la importancia de mejorar los servicios en aeropuertos que cierran sus áreas nocturnas, específicamente señalando la falta de puntos de carga en exteriores.
Un mensaje de esperanza
Melissa Ordoñez cerró su relato con un mensaje de optimismo: “Espero que todas pudieran tener la oportunidad de regresar a casa así como yo hoy”. Sus palabras reflejan el deseo de que otras mujeres puedan experimentar actos similares de bondad en momentos de vulnerabilidad, especialmente en regiones con alta incidencia de violencia de género.