Avances en control sanitario reactivan expectativas
El sector ganadero mexicano anticipa posibles reanudaciones de sus envíos a Estados Unidos dentro de un periodo de sesenta días, gracias a los progresos obtenidos mediante el programa de mosca estéril destinado a combatir la infestación de gusano barrenador, según declaraciones del representante Álvaro Bustillos de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, dadas a conocer el viernes 5 de septiembre de 2025.
Actualmente, una población superior a 700,000 cabezas de ganado permanece confinada en diferentes puntos del territorio nacional debido al cierre fronterizo. Este fenómeno afecta simultáneamente a ambos países, siendo particularmente sensible en Estados Unidos por su alta dependencia de los suministros de carne bovina provenientes de México.
Inversión en infraestructura sanitaria binacional
En el marco de los esfuerzos conjuntos, las autoridades de ambos países han acordado modernizar las instalaciones dedicadas a la producción de moscas estériles en el estado de Chiapas, ubicado en la frontera sur mexicana. Esta iniciativa, valuada en 51 millones de dólares, contará con aportaciones de 21 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense.
Perspectivas de los productores locales
Javier Meléndez Cardona, criador de ganado en Samalayuca, Chihuahua, manifestó su percepción sobre la decisión fronteriza estadounidense, sugiriendo que las razones podrían estar más vinculadas con aspectos políticos que con cuestiones sanitarias reales.
“México ha cumplido con todas las normas de sanidad e inocuidad. Se habla de la posibilidad de que se abra en un par de meses, ojalá, estamos esperanzados a eso, porque ya necesitamos que haya ese flujo de exportación para que pueda de alguna manera respirar la ganadería chihuahuense”, apuntó.
Impacto económico del cierre fronterizo
El 9 de julio pasado, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) volvió a prohibir la entrada de ganado mexicano a su territorio tras confirmar la presencia de un nuevo caso de gusano barrenador en Veracruz. Esta medida representa el tercer cierre en un lapso menor a ocho meses, ocurriendo únicamente tres días después de la reapertura previa.
La situación ha generado profunda preocupación entre los criadores nacionales, quienes han advertido sobre los efectos económicos negativos generados por esta interrupción. José Alfonso Prieto Rodríguez, encargado de una granja ganadera en la región fronteriza, detalló los efectos colaterales:
“Sí, pues muy lamentable, ¿verdad?, para la ganadería de Chihuahua porque nuestro estado sabemos que es de los principales exportadores a Estados Unidos y entonces es una cadenita que afecta a todos los productores y a muchas familias”, declaró.
Consecuencias operativas y financieras
Prieto explicó que la imposibilidad de comercializar el ganado obliga a mantener a los animales por periodos prolongados, lo cual incrementa significativamente los costos asociados a su alimentación y genera presión sobre el mercado interno.
“Al no poder vender el ganado, pues es el flujo de efectivo que hay, entonces hay que comprar alimento, granos para el ganado, que ellos no nos van a esperar, ellos no entienden de que no hay dinero, tienen que comer todos los días, entonces aparte de eso, pues los gastos familiares también que se ven afectados”, señaló.
Diálogo binacional sobre el tema
Este tema fronterizo fue abordado durante la visita reciente del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a México, en la cual sostuvo reuniones con la presidenta Claudia Sheinbaum y el canciller Juan Ramón de la Fuente. No obstante, no se proporcionaron precisiones sobre posibles fechas para la reapertura de la frontera a los envíos ganaderos mexicanos.