La Corte Suprema de Brasil emitió un fallo condenatorio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, acusado de conspiración contra el orden constitucional. La sentencia fue aprobada por mayoría de 4 votos a 1, en una decisión histórica por la gravedad de los cargos.
Antecedentes del caso
Cristiano Zanin, magistrado titular de la Primera Sala y exabogado del actual presidente Lula da Silva, dictó el voto decisivo que marcó la culpabilidad del exjefe de Estado y siete personas más, incluyendo altos funcionarios y militares de su administración.
“Los elementos probatorios indican claramente que los acusados buscaron desestabilizar el sistema democrático”, expresó Zanin durante la audiencia, destacando que la organización investigada tenía una estructura jerárquica y planificada con el objetivo de mantener a Bolsonaro en el poder.
Delitos y posibles sanciones
Los cargos incluyen golpe de Estado, organización criminal, daños patrimoniales y menoscabo del sistema democrático. La Fiscalía General señala que Bolsonaro actuó como cabecilla de esta red, diseñada para impedir la transición presidencial tras las elecciones de 2022.
El tribunal definirá este viernes las penas a aplicar, que en conjunto podrían alcanzar los 43 años de prisión para los involucrados, según el marco legal vigente.
Origen de la trama
Según la investigación, los preparativos del plan comenzaron en junio de 2021, cuando las encuestas mostraban un avance significativo de Lula. La estrategia inicial consistió en minar la credibilidad de las instituciones electorales, mediante campañas de desacreditamiento públicas.
Tras la derrota electoral de Bolsonaro en octubre de 2022, los hechos pasaron de la retórica a acciones concretas: protestas masivas, atentados frustrados y campamentos frente a cuarteles militares, donde seguidores exigían intervención armada para impedir el cambio de gobierno.
Episodio más grave
El clímax de esta situación se registró el 8 de enero de 2023, cuando grupos radicales tomaron violentamente las sedes de los tres poderes en Brasilia. La Fiscalía sostiene que este evento fue el resultado directo de la conspiración, que pretendía establecer un régimen autoritario bajo el liderazgo de Bolsonaro.
“El propósito era la perpetuación en el poder y la instauración de una dictadura”, señala textualmente la acusación fiscal.