El equipo de Milwaukee Brewers logró el título de la División Central de la Liga Nacional por cuarta vez en cinco años, aunque parece haber adoptado con naturalidad el rol de contendiente poco considerado en las eliminatorias.
El sabor de la victoria y la incertidumbre postemporada
Mientras celebraban con espuma de cerveza y bebidas efervescentes, Christian Yelich y sus compañeros sintieron el sabor de la victoria, aunque también reconocieron el desafío que se les viene encima. “Ésta es la razón”, señaló Yelich durante la fiesta del domingo, luego de que el fracaso de los Chicago Cubs en Cincinnati les entregara el campeonato divisional. “Por eso se insiste en todo durante todo el año. Por eso prestamos atención a los detalles, por eso hay mucha constancia durante toda la temporada, por eso seguimos trabajando duro y por eso seguimos intentando mejorar, es por estos momentos: por el hecho de poder celebrar con nuestros compañeros”.
El desafío de competir contra equipos con mayor presupuesto
A pesar de tener el mejor récord en el béisbol, los Cerveceros asumen su condición de no favoritos en los playoffs. “En el béisbol, cualquier equipo puede vencer a cualquiera, especialmente en series cortas. Obviamente, no seremos los favoritos. Todos señalarán nuestras dudas y cómo hay otros equipos con jugadores más experimentados y, en teoría, rosters súper talentosos”, comentó Yelich. “Pero creo que eso le da libertad a nuestro equipo. Nadie piensa que se pueda lograr esto. Así que hay que salir y simplemente jugar”.
La sombra de las lesiones y la baja de figuras clave
El equipo ha enfrentado importantes retos durante la campaña, como la pérdida de Willy Adames a través de la agencia libre y el canje del cerrador Devin Williams. La contribución de algunos veteranos, como Brandon Woodruff (operado del hombro) y Yelich (problemas en la espalda), ha sido cuestionada. Woodruff podría haber sido un elemento fundamental, pero su presencia en los playoffs está en el aire tras ser colocado en la lista de lesionados el domingo por una distensión muscular moderada.
“¿Somos los más talentosos? No. ¿Vamos a enfrentarnos a equipos mucho más talentosos con cuatro veces más nómina? Claro, pero a este equipo no le preocupa”, afirmó el técnico Pat Murphy, quien asumió las riendas del equipo antes de la temporada pasada.
Un historial de desafíos y frustraciones
Desde 2018, los Brewers han caído en la ronda de Comodines en cuatro ocasiones, una vez en la serie divisional y una en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Su único trofeo fue obtenido en 1982. “Escuché a alguien decir que ya tenemos la temporada regular resuelta, ahora tenemos que resolver los playoffs. Es uno de los comentarios más absurdos que he escuchado”, comentó Murphy con énfasis en el reto que representa el momento actual.
La celebración en San Luis y el espíritu del equipo
Tras perder 5-1 contra St. Louis, los Brewers tuvieron que aguardar menos de media hora antes de confirmar oficialmente el título divisional. La celebración incluyó camisetas azul marino de ‘Campeones de División’, botellas de prosecco frío y latas de cerveza lanzadas entre los jugadores.
Una bandera azul con la firma del legendario locutor Bob Uecker colgaba en el vestuario visitante, mientras el propietario Mark Attanasio mencionó que existía algo de “magia cervecera o de Uecker” en este equipo. “Es simplemente la cultura. Nos presentamos cada entrenamiento de primavera con el objetivo de ganar la división”, dijo Sal Frelick, en su tercer año con Milwaukee. “Así que ha sido genial. Tengo la suerte de poder hacerlo todos los años”.
La resiliencia del equipo
El conjunto se reunió en el infield del Busch Stadium para una foto de grupo y estaban por dispersarse cuando Murphy subió las escaleras desde el dugout, casi excluido del momento. “Cuando comenzamos el año, nadie pensó que estaríamos aquí en este momento. Obviamente, hemos tenido nuestras lesiones. Nadie podría haber imaginado que estaríamos en esta situación ahora mismo”, indicó Woodruff.
Milwaukee alcanzó su mejor fase durante una racha de 29-4 en julio y agosto, convirtiendo una desventaja de cuatro juegos en una cómoda ventaja de nueve en la división. “Hemos hecho un trabajo excepcional como grupo para llegar hasta aquí”, dijo Woodruff. “¿Y saben qué? Todavía le queda mucho béisbol a los Cerveceros”.
La mira puesta en los playoffs
El año anterior, Milwaukee se coronó campeón de la Central con una ventaja de 10 juegos antes de caer en la ronda de Comodines ante los Mets, perdiendo el Juego 3 decisivo tras un desastre en la novena entrada donde Williams falló al mantener una ventaja de dos carreras. “Se necesitan muchas cosas para que te salga bien, y a veces tener un gran talento ayuda”, dijo Murphy. “No me preocupa este equipo ni lo que digan de él. Lo vivo cada día y veo lo especiales que son”.