Blaine Milam, de 35 años, recibirá la pena de muerte mediante inyección letal este jueves en la cárcel de Huntsville, Texas, por el asesinato de Amora Carson, una bebé de 13 meses ocurrido en 2008. El crimen tuvo lugar en un remolque ubicado en el condado de Rusk, en el este de Texas, durante un supuesto “exorcismo”.
Detalles del caso y responsabilidades
El ahora condenado asegura ser inocente y responsabiliza a Jesseca Carson, su pareja en ese momento y madre de la menor, por el deceso. Carson fue sentenciada a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional tras admitir que creía que su hija estaba poseída por un demonio. Ambos jóvenes tenían 18 años al momento del suceso.
Según testimonios del forense, la bebé presentaba fracturas múltiples en cráneo, brazos, piernas y costillas, además de marcas de mordiscos. “No hay pruebas creíbles de que Milam tuviera algo que ver en ello”, declararon los abogados del condenado.
Revisión de pruebas y controversias
El equipo legal de Milam solicitó a la Corte Suprema detener la ejecución, señalando que las evidencias basadas en marcas de mordiscos han sido cuestionadas científicamente y que el ADN utilizado no es completamente confiable. Alegan además que Milam padece discapacidad intelectual, lo que lo haría inadmisible para la pena capital.
Los tribunales han desestimado estas peticiones en varias ocasiones, incluyendo una reciente negativa de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas. La Fiscalía General del estado sostiene que, incluso sin considerar las pruebas cuestionadas, existen otros indicios de culpabilidad, como intentos de ocultar evidencia y una confesión realizada a una enfermera tras su detención.
Contexto judicial y antecedentes
El fiscal Micheal Jimerson, encargado del caso, reveló que inicialmente las autoridades consideraron a la pareja como padres afligidos, pero posteriormente descubrieron que Milam había afirmado que Amora estaba “poseída por un demonio”. Jimerson manifestó que resulta difícil comprender cómo alguien obtiene satisfacción al torturar a un bebé, considerando que “es algo que nos degrada a todos”.
El Consejo Asesor del Presidente sobre Ciencia y Tecnología publicó en 2016 un informe que señaló la falta de fiabilidad científica en el análisis de marcas de mordiscos. Si se concreta la ejecución, Milam será la quinta persona en ser sentenciada a muerte en Texas este año, estado que históricamente lidera las estadísticas de ejecuciones capitales en Estados Unidos.