La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) interceptó comunicaciones entre narcotraficantes operando en Chicago y México, que incluían información relevante sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014. Sin embargo, estos datos no fueron proporcionados a las autoridades mexicanas encargadas del caso hasta varios años después, según reveló el Archivo de Seguridad Nacional en Washington.
Comunicaciones clave no compartidas
Según las investigadoras Kate Doyle y Claire Dorfman del Archivo de Seguridad Nacional, “Es imposible decir ahora qué podría haber ocurrido si esa información hubiera llegado a las manos de los investigadores en México inmediatamente después de que fueron secuestrados los muchachos, pero no hay duda de que hubiera ofrecido pistas críticas que no existen en otro lugar”. La información, obtenida mediante una investigación sobre una célula del cártel Guerreros Unidos en Chicago, incluía mensajes entre altos mandos del grupo criminal en México y Estados Unidos.
Evidencia del sistema de narcotráfico
“Sabíamos de nuestra inteligencia e investigaciones que Iguala era reducto del cártel Guerreros Unidos”, afirmó en 2020 el agente de la DEA jubilado Mark Giuffre. La DEA descubrió que el cártel utilizaba un sofisticado método para transportar drogas desde México a Chicago y enviar el dinero obtenido de vuelta al país, empleando parachoques de autobuses de pasajeros como medio de transporte.
Los mensajes interceptados, provenientes principalmente de dispositivos Blackberry, mostraban la reacción en tiempo real de miembros del cártel ante los ataques a los estudiantes. “Los mensajes de texto dejan claro que dos miembros de GU no tenían conocimiento previo de los ataques a los estudiantes, sino que estaban reaccionando en tiempo real a la violencia que les contaban sus compañeros pandilleros y los medios”, explicaron Doyle y Dorfman.
Impacto en la estructura criminal
Según las investigadoras, “El caos creado esa noche en Iguala fue un desastre para Guerreros Unidos; minó su control de la ‘plaza’, exacerbó conflictos entre ellos y con otros grupos criminales, y debilitó la protección que normalmente hubieran recibido por autoridades corruptas civiles, policiacas y militares”. Los mensajes más reveladores provinieron del Blackberry de Adán Casarrubias Salgado (alias Silver, Tomato), líder de GU en México, y su colega Pablo Vega Cuevas (alias Transformer) en Chicago.
“Que pongan atestiguar jente que los gueyes esos ivan para acapulco y se subieron armados”, escribió Cascarrabias en un mensaje lleno de errores ortográficos enviado el 28 de septiembre de 2014, como parte de un intento de encubrir las actividades del cártel relacionadas con los hechos del 26 de septiembre.
Corrupción institucional demostrada
Doyle y Dorfman destacan que “Los textos son evidencia de corrupción extensa a todos los niveles del gobierno, incluyendo autoridades locales y estatales, los militares mexicanos y los marinos. En la secuela inmediata de los ataques en Iguala, el grupo se apura para proteger a sus colaboradores en el gobierno y en las fuerzas de seguridad locales”.
Retrasos en la colaboración internacional
“La DEA recaudó evidencia para la persecución de los traficantes que incluyó información extraordinaria sobre el caso Ayotzinapa, pero la totalidad de esa información no llegó a fiscales mexicanos hasta 2022”, reportan las investigadoras. A pesar de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) solicitó esta información al gobierno de Enrique Peña Nieto tras un comunicado de la DEA en diciembre de 2014, el gobierno mexicano no hizo la solicitud formal durante años.
“El Departamento de Justicia de Estados Unidos tenía poco interés en compartir evidencia que deseaba usar contra traficantes de heroína distribuyendo a través del medio oeste”, agregaron Doyle y Dorfman. “Ambos gobiernos fueron lentos en responder a la insistencia de los investigadores internacionales, quienes no tuvieron la oportunidad de analizar las comunicaciones interceptadas hasta ocho años después de la desaparición de los muchachos”.