El desprestigio creciente del Instituto Nacional Electoral (INE), atribuido principalmente a la gestión de su comisionada presidenta Guadalupe Taddei, ha llevado a que la idea de suprimir por completo el organismo ya no parezca tan descabellada.
Una televisora al mando del poder político
En medio del debate sobre la llamada Reforma Política, surge una propuesta irónica: que Televisa asuma el control del proceso electoral. En lugar de campañas tradicionales, se sugiere confinar a los aspirantes a cargos públicos en un reality show tipo La Casa de los Avariciosos, donde enfrentarían pruebas y eliminaciones semana a semana.
El ganador sería el más votado por el público, al estilo de los concursos televisivos que reparten premios millonarios. En este caso, el botín sería aún más jugoso: el presupuesto nacional completo en el caso de la elección presidencial, y recursos sustanciales para gobernadores, alcaldes y legisladores —todos financiados con dinero de los contribuyentes.
Televisa supera al INE en votos
Se argumenta que los niveles de participación en programas como La Casa de los Famosos México 2025 superan con creces la movilización electoral. Este lunes se reveló que el reality registró 43 millones 155 mil 107 votos, una cifra que rebasa tanto la segunda temporada —con 39 millones— como la primera, donde se alcanzaron poco más de 40 millones, cuando Wendy Guevara se llevó el triunfo, según datos de Televisa.
“Ahí está mi propuesta. La debería atender Pablo Gómez.”
Simulación en la Plaza de la Constitución
Nada cambia bajo el sol de la Plaza de la Constitución. Los mismos rostros se repiten en las movilizaciones: actores de reparto, extras y figurantes. Persisten las prácticas de acarreo mediante chantaje sindical, lista de asistencia o la entrega de alimentos y bebidas a cambio de asistencia.
La oradora principal ha cambiado, pero el discurso permanece idéntico: frases vacías, palabras sin contenido, repetidas hasta el cansancio. Su figura en Palacio Nacional ha sido desdibujada por imitaciones torpes de las mañaneras de su antecesor.
Se le percibe carente de ideas propias, con un tono de voz monótono y aburrido. Sus eventos apenas logran convocatoria real; depende de que gobernadores y alcaldes llenen los espacios con personas movilizadas.
Por más que grite o se esfuerce, no puede imponerse al griterío, a las exigencias ni a los chantajes de quienes llegan con promesas falsas y bolsas de dinero.
Todo es una farsa
Son muchos quienes ya notan que, pese a la millonaria campaña de publicidad de AMLO, a los recursos públicos, al dinero derivado de la corrupción e incluso a aportaciones vinculadas al narcotráfico, ella simplemente no logra conectar con la gente.
“¡Todo es simulación!”
Sus compañeros de partido simulan respeto. Ella simula tener autoridad. En ausencia del caudillo, Morena huele a simulacro, porque ni ella misma se toma en serio.
Pugna millonaria por Banamex
El magnate Germán Larrea enfrenta dificultades con su oferta para adquirir el 100 por ciento de Banamex, mientras Fernando Chico Pardo ya había propuesto comprar una cuarta parte de la institución.
Fuentes del sector financiero y empresarial indican que existe una rivalidad entre ambos, originada en una oferta anterior que uno bloqueó y el otro perdió. Además, Larrea arrastra una mala reputación por la explotación minera en Cananea, con graves conflictos laborales y ambientales, como la contaminación persistente del río Sonora.
Según analistas serios del ámbito económico, a Citi —el vendedor neoyorquino— le convendría más aceptar la propuesta de Chico Pardo que la de Larrea.