En un contexto de permanente amenaza y doble extorsión por parte de organizaciones criminales, el empresario Javier Vargas Arias, de 43 años, fue asesinado a tiros en el ejido Jardín Nuevo, ubicado en la zona norte de Veracruz. El ataque, perpetrado por desconocidos a bordo de una camioneta blanca, dejó al productor agrícola con siete impactos de bala mientras supervisaba labores de carga en sus bodegas.
Un crimen en contexto de terror
El hecho ocurrió a escasos kilómetros de Estero del Ídolo, mismo lugar donde el 25 de julio fue asesinada la maestra jubilada y taxista Irma Hernández Cruz, de 62 años. Ella había sido privada de su libertad el 18 de julio y su cuerpo hallado siete días después. De acuerdo con testimonios, fue plagiada por sujetos armados que difundieron una imagen suya de rodillas, rodeada por al menos 12 individuos embozados portando armas largas.
La Mafia Veracruzana, derivada del Cártel del Golfo y con fuerte arraigo en Pánuco, es señalada como responsable del homicidio de Hernández por negarse a pagar la cuota exigida. La organización ha ido consolidándose desde 2017 mediante un discurso regionalista, terror y apoyo social, afianzándose como la principal fuerza criminal en la región.
Doble extorsión y conflicto territorial
El norte de Veracruz se ha convertido en un territorio disputado entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Mafia Veracruzana. Ambos grupos operan en Álamo y someten a productores, comerciantes y empresarios a una doble extorsión bajo amenazas de muerte. Vargas, originario de Puebla, era propietario de Cítricos Vargas, empresa que abastece con miles de toneladas de naranjas a centrales de abasto y grandes compañías en el centro del país.
Vecinos afirmaron que el empresario había sido amenazado previamente por ambos cárteles. El ataque directo se registró mientras inspeccionaba la carga de sus camiones, en un acto que evidencia el clima de impunidad y violencia estructural en la zona.
Llamado urgente a las autoridades
Frente a esta escalada de violencia, la Confederación Nacional Integradora de Centrales de Abasto, Transportistas, Productores Agrícolas y Mercado Públicos emitió un pronunciamiento de duelo:
«Nos unimos en duelo por la pérdida del empresario naranjero Javier Vargas Arias, en Álamo Temapache, Veracruz. Este lamentable suceso se suma al reciente asesinato de Bernardo Bravo, líder limonero de Apatzingán, y refleja la grave situación que enfrentan los productores agrícolas del país, quienes día a día trabajan con esfuerzo y dignidad para alimentar a México. «Hacemos un llamado urgente a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que se garantice seguridad, justicia y condiciones de trabajo dignas para nuestros hermanos del campo», demandó la agrupación.
Hasta la fecha, no hay detenidos ni responsables identificados por el asesinato de Irma Hernández ni por el de Javier Vargas, lo que profundiza la sensación de abandono entre los productores regionales.