Donald Trump anunció una baja en los aranceles impuestos a las importaciones provenientes de China, tras sostener una reunión con el mandatario Xi Jinping en Busan, Corea del Sur. Durante el encuentro, ambos líderes acordaron medidas recíprocas que incluyen acciones contra el tráfico de fentanilo, la reactivación de compras agrícolas y la suspensión temporal de controles sobre exportaciones de tierras raras.
Concesiones comerciales y medidas contra el fentanilo
El gobierno estadounidense reducirá los aranceles del 57% al 47% para productos chinos, mientras que los gravámenes vinculados al comercio de precursores de fentanilo pasarán del 20% al 10%. A cambio, Trump afirmó que “Xi trabajará muy duro para detener el flujo” de esta sustancia, altamente letal y responsable del mayor número de sobredosis en Estados Unidos.
Además, Pekín acordó levantar por un año los controles de exportación sobre tierras raras, elementos críticos en la fabricación de tecnología avanzada y defensa. Esta decisión representa un giro clave en la estrategia comercial china, que había utilizado estos materiales como herramienta de presión.
Avances en comercio agrícola y energía
Las partes también coincidieron en expandir el comercio agrícola, con el compromiso de China de retomar compras de soja estadounidense. Trump reveló en una publicación en Truth Social que Beijing iniciará la adquisición de energía de EE.UU., posiblemente relacionada con un proyecto de exportación de GNL en Alaska valorado en 44,000 millones de dólares.
Asimismo, se abordó el caso de TikTok, con ambos países comprometiéndose a trabajar en una solución que permita la transferencia del control del app a manos estadounidenses.
Reunión en el marco de APEC y reacciones internacionales
El diálogo, que tuvo una duración de más de una hora y media, se llevó a cabo en una base aérea surcoreana durante el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Fue la primera reunión presencial entre ambos líderes desde 2019. Trump calificó el encuentro como “una reunión increíble” y otorgó una calificación de “12 sobre 10”.
“El desarrollo y el rejuvenecimiento de China no son incompatibles con el objetivo del presidente Trump de ‘Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande’
así lo expresó Xi Jinping a través de un intérprete durante el encuentro.
Frágil distensión y críticas políticas
A pesar del optimismo de Trump, la reacción en los mercados fue contenida. Besa Deda, economista de William Buck en Sídney, señaló que “la respuesta de los mercados ha sido cautelosa en contraste con la caracterización entusiasta de Trump de la reunión”.
En el ámbito político, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, criticó el anuncio: “Trump se plegó sobre China”, escribió en X.
Analistas consideran que el acuerdo podría representar solo una tregua temporal en una disputa comercial con causas profundas aún sin resolver. Además, el tema de Taiwán, altamente sensible, no fue abordado en las conversaciones.
Acciones militares y temas no tratados
Minutos antes del encuentro, Trump ordenó la reanudación de pruebas nucleares en EE.UU., decisión que rompe con una moratoria de 33 años y que responde a la expansión de los arsenales de Rusia y China. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino respondió expresando su esperanza de que Washington mantenga la moratoria.
Tampoco se discutió el tema del chip Blackwell de Nvidia, clave para la inteligencia artificial, lo que afecta las aspiraciones de la empresa de mantener su acceso al mercado chino. Jensen Huang, CEO de Nvidia, afirmó confiar en que ambos gobiernos protegerán los intereses nacionales.
El acuerdo marca un retroceso respecto a la escalada arancelaria desatada en abril por la llamada “ofensiva del Día de la Liberación” de Trump, aunque especialistas advierten que las tensiones estructurales entre ambas potencias persisten.