La máxima corte de Brasil impuso condenas de hasta 24 años de prisión a varios altos funcionarios militares y a un agente policial por orquestar un plan para asesinar al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, así como a otras figuras clave del Estado brasileño, en el marco de una intentona golpista en 2022.
Conexión con el caso Bolsonaro
El magistrado Alexandre de Moraes indicó que los implicados “elaboraron un plan para la neutralización de autoridades públicas brasileñas”, entre las que se encontraban el propio Lula y él mismo. Este caso está estrechamente ligado a las acciones del expresidente Jair Bolsonaro, quien fue sentenciado en septiembre a 27 años de prisión por su participación en una conspiración destinada a impedir la toma de posesión de Lula tras su victoria electoral en octubre de 2022.
El tribunal absolvió de manera unánime al general Estevam Gaspar de Oliveira, debido a que la Fiscalía no logró presentar pruebas suficientes que incriminaran su participación en los planes de magnicidio.
Pruebas documentales y mensajes comprometedores
Según la Policía Federal, nueve personas fueron condenadas tras descubrirse que llegaron a diseñar operativos para eliminar al presidente Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez Alexandre de Moraes, quien en aquel momento encabezaba la Justicia electoral y hoy funge como relator del caso en el Supremo.
Los acusados, la mayoría pertenecientes a unidades élite del Ejército, presentaron sus planes a Bolsonaro en noviembre de 2022, cuando aún ostentaba la Presidencia. El presidente de la Primera Sala, Flávio Dino, afirmó que “no existe duda alguna” sobre la culpabilidad de los sentenciados, ya que sus planes quedaron registrados en “una vasta cantidad de documentos” hallados durante la investigación.
Además, las autoridades analizaron cientos de mensajes intercambiados entre los implicados, así como documentos que detallaban el ataque planeado tras los comicios de 2022, en los que Lula derrotó a Bolsonaro en su intento de reelección.
Sentencias y situación actual de Bolsonaro
Las penas impuestas fueron de 17 años a los coroneles Bernardo Corrêa y Fabrício Moreira; 3 años a Márcio Nunes; 21 años a los tenientes coroneles Rafael de Oliveira, Rodrigo Bezerra y Sérgio Cavaliere; 24 años a Hélio Ferreira; 1 año a Ronald Ferreira; y 21 años al agente de la Policía Federal Wladimir Matos.
Este juicio se enmarca dentro de la causa por intento de golpe de Estado que ya sentenció a Bolsonaro a 27 años de prisión. Desde agosto, el exmandatario permanece en prisión domiciliaria por incumplir medidas cautelares. Aunque sus abogados podrían presentar recursos, el Supremo ya rechazó las primeras apelaciones y se prepara para ejecutar la sentencia en un centro penitenciario de Brasilia.
La defensa de Bolsonaro podría solicitar mantener la prisión domiciliaria argumentando su edad —70 años— y sus problemas de salud, incluyendo las secuelas de un ataque con arma blanca en 2018 y un reciente diagnóstico de cáncer de piel incipiente.