Un acuerdo firmado en 1944 para regular el intercambio de recursos hídricos entre México y Estados Unidos se ha convertido en foco de disputa diplomática esta semana, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con imponer aranceles del 5% a las exportaciones mexicanas si no se entrega agua adicional estipulada en el tratado.
Origen y alcance del acuerdo bilateral
El Tratado sobre la Utilización de las Aguas de los Ríos Colorado, Tijuana y el Bravo fue suscrito por ambas naciones en Washington D.C. en 1944 y entró en vigor en noviembre de 1945, tras completarse los procesos de ratificación en ambos países. Dicho marco legal regula el aprovechamiento de los recursos hídricos desde Fort Quitman, Texas, hasta su desembocadura en el Golfo de México.
En 1948, tras ajustes territoriales previos, Estados Unidos y México establecieron mecanismos para gestionar los derechos y obligaciones derivados de este tratado mediante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), órgano encargado de supervisar su cumplimiento.
Obligaciones acordadas y acusaciones actuales
Según lo pactado, México tiene la responsabilidad de entregar 2,158 millones de metros cúbicos de agua provenientes del río Bravo cada ciclo quinquenal, mediante un sistema interconectado de presas y embalses. Washington alega que esta obligación no se ha cumplido en su totalidad.
Trump afirmó en una publicación en redes sociales que México adeuda 800,000 acres-pies (equivalentes a 986 millones de metros cúbicos) de agua acumulados durante los últimos cinco años. Exigió que se liberen 200,000 acres-pies (246 millones de metros cúbicos) antes del 31 de diciembre, con más entregas posteriores.
“Hasta ahora, México no está respondiendo, y es muy injusto para nuestros agricultores estadounidenses que merecen esta agua tan necesaria. Por eso he autorizado documentación para imponer un arancel del 5% a México si esta agua no es liberada, INMEDIATAMENTE”.
La comisionada estadounidense ante la CILA, Maria-Elena Giner, señaló que el país se encuentra en los niveles más bajos de cumplimiento en la historia del tratado. En entrevista con NPR en agosto, indicó que la brecha es tan amplia que resultaría extremadamente difícil, si no estadísticamente imposible, compensarla.
Respuesta de México y condiciones actuales
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó confianza en alcanzar una solución negociada. Durante su conferencia matutina, afirmó:
“Estoy convencida de que, como en otras ocasiones, vamos a llegar a un acuerdo para beneficio de Estados Unidos y beneficio de México”.
Sheinbaum anunció una reunión programada para este martes con autoridades estadounidenses con el fin de abordar el asunto. Asimismo, destacó que las limitaciones físicas de la infraestructura, como el tamaño de los ductos, impiden la entrega rápida de los volúmenes solicitados.
El subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, explicó que una sequía excepcional durante 2022 y 2023 ha obstaculizado el cumplimiento de las entregas acordadas.
Sheinbaum reiteró que existe la mejor disposición para cumplir con lo establecido en el tratado, siempre garantizando el abasto de agua para las necesidades nacionales.
