Los líderes de Canacintra y Coparmex en Chihuahua, Armando Gutiérrez y Jorge Treviño, expresaron su preocupación por el elevado peso que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) tiene en el costo final de las gasolinas y el diésel en la entidad.
Alto impacto en el costo de vida y producción
Según estimaciones presentadas, cerca del 60% del precio que pagan los consumidores en las estaciones de servicio corresponde a impuestos. Gutiérrez destacó que, aunque el IEPS fue diseñado como un tributo con enfoque ambiental, hoy funciona como un gravamen a una necesidad esencial, dado que en numerosas regiones del estado y del país el transporte público sigue siendo deficiente.
“El uso del automóvil o la motocicleta no es un lujo, sino la única alternativa para acudir al trabajo”, afirmó, y advirtió que este impuesto merma directamente el ingreso disponible de los hogares.
Asimismo, subrayó que el efecto del IEPS trasciende al consumidor directo, ya que encarece toda la cadena productiva. El diésel, que impulsa el 95% del transporte de carga, arrastra una alta carga fiscal, lo que eleva los costos logísticos y se traslada al precio de bienes básicos como alimentos e insumos cotidianos.
Un esquema que afecta a toda la economía
Jorge Treviño apuntó que México se encuentra entre los países con mayor tributación sobre hidrocarburos, donde la suma de IEPS e IVA puede llegar al 64%. Este escenario, aseguró, perjudica incluso a quienes no poseen vehículo, pues el alza en los combustibles repercute en el transporte colectivo, los servicios y la distribución de mercancías.
Resaltó que en lugar de una reforma estructural al sistema fiscal, se ha priorizado el uso de subsidios temporales al IEPS, cuyo retiro genera incrementos bruscos en los precios. “Esta situación genera incertidumbre y mantiene una presión constante sobre la inflación”, advirtió.
Recaudación concentrada en ciudades clave
Las cifras revelan que los principales centros urbanos del estado concentran la mayor recaudación por impuestos a combustibles. Ciudad Juárez aportó más de 6 mil 700 millones de pesos por concepto de IEPS y IVA, mientras que la capital chihuahuense superó los 5 mil 100 millones. Juntas, ambas ciudades acumulan casi el 60% del total recaudado en el estado por este rubro.
En cuanto al tipo de combustible, la gasolina Magna representa cerca del 70% del volumen vendido, seguida por el diésel con poco más del 21% y la Premium con aproximadamente el 9%. Esta dinámica explica que la Magna sea la principal fuente de ingresos fiscales: generó más de 10 mil 600 millones de pesos en IEPS y más de 3 mil millones en IVA en Chihuahua.
Llamado a replantear el modelo fiscal
Los empresarios coincidieron en que la comparación con Estados Unidos es inevitable, donde el precio de los combustibles es significativamente menor, lo que impulsa la movilidad, la producción y la competitividad industrial. “La cercanía geográfica con ese mercado deja en desventaja a las empresas establecidas en Chihuahua, que enfrentan mayores costos operativos”, señalaron.
Ante este panorama, hicieron un llamado a rediseñar el esquema fiscal aplicado a los combustibles. Consideraron que una disminución en la carga impositiva no debería interpretarse como una pérdida fiscal, sino como una medida estratégica para fortalecer el poder adquisitivo de las familias, contener la inflación y mejorar las condiciones de competencia para la industria y el comercio en la entidad.
