Lo que antes se consideraba únicamente una ruta de paso para el narcotráfico ha mutado en un escenario de operatividad plena del Cártel de Sinaloa en la Ciudad de México. Autoridades locales y federales ya no hablan de sospechas, sino de una presencia comprobada del grupo criminal en la capital, particularmente por células vinculadas a “Los Chapitos”, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes han establecido centros de distribución, acumulado grandes cantidades de droga y protagonizado choques armados.
Descomiso récord que marcó un antes y un después
El 26 de julio de 2022, la entonces Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) intervino en un operativo clave en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde incautó más de una tonelada y media de cocaína escondida en dos tractocamiones. De acuerdo con datos oficiales, el alijo había llegado por mar desde Colombia a las costas oaxaqueñas y tenía como destino final Los Ángeles, California. No obstante, inteligencia policial reveló que una fracción del cargamento se almacenaría en Tepito, zona conocida como epicentro del narcomenudeo capitalino.
Aunque no se mencionaron nombres directamente, el entonces titular de la policía capitalina, Omar García Harfuch, indicó que la organización detallada operaba en territorios controlados por “Los Chapitos” en Durango y Sinaloa, lo que confirmó el vínculo directo entre la capital y la estructura criminal.
Enfrentamientos y señales que delatan la identidad
Previo al decomiso, el 12 de julio de 2022, se registró un intenso tiroteo en Topilejo, alcaldía de Tlalpan, entre elementos policiales y un grupo armado. El incidente dejó cuatro agentes heridos, 14 personas detenidas y un hallazgo inusual: armamento pesado, granadas, múltiples cargadores y algunos individuos que no residían en la CDMX, varios de origen sinaloense.
Entre los detenidos, algunos portaban prendas y objetos con la figura de un ratón, símbolo asociado a Ovidio Guzmán López, conocido como “El Ratón”, lo cual reforzó las sospechas sobre la presencia activa de una célula leal a “Los Chapitos” en la ciudad.
La fractura del cártel y su impacto en la capital
En 2024, la entrega de Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos provocó una ruptura interna dentro del Cártel de Sinaloa, desencadenando una guerra entre las facciones de “Los Chapitos” y “La Mayiza”. Este conflicto generó un efecto de desplazamiento hacia otras regiones del país, entre ellas la Ciudad de México, donde ambos grupos compiten por el control del mercado de drogas al menudeo.
Desde entonces, las autoridades han reportado múltiples detenciones de presuntos miembros en zonas como Iztapalapa, Iztacalco, Xochimilco y Tlalpan, zonas estratégicas para la distribución y venta de estupefacientes.
El reto de seguridad en una ciudad estratégica
Expertos y funcionarios coinciden en que la capital ha adquirido relevancia para los cárteles por su enorme mercado consumidor, su red logística y su conectividad nacional e internacional. Frente a este escenario, el principal desafío radica en impedir la consolidación criminal mediante inteligencia operativa, coordinación entre instancias y el desmantelamiento de las estructuras financieras delictivas.
¿CDMX logrará frenar la consolidación de estos grupos o veremos una nueva escalada de violencia?
