La capital de Azerbaiyán está viviendo una profunda reestructuración en su sistema de movilidad, orientada a priorizar a los peatones y reducir la dependencia del automóvil. Desde la creación de espacios públicos peatonales hasta la incorporación de flotas de transporte colectivo eléctrico, las autoridades urbanas están rediseñando la experiencia ciudadana en la vía pública.
Un enfoque centrado en la sostenibilidad
El cambio en la política de movilidad de Bakú responde a una visión integral que promueve un estilo de vida urbano más saludable y ecológico. Las nuevas intervenciones urbanísticas incluyen la ampliación de zonas exclusivas para caminantes, mejoras en la conectividad del transporte público y la modernización de infraestructuras viales para facilitar una movilidad más fluida y segura.
Entre las acciones destacadas se encuentra la implementación de un sistema de transporte integrado que permite transbordos eficientes entre diferentes modos de traslado, así como la adopción de autobuses eléctricos que reducen las emisiones contaminantes y el ruido ambiental.
Hacia una ciudad más humana
Este replanteamiento del espacio urbano representa un giro significativo en la planificación de la ciudad, pasando de un modelo orientado al vehículo a uno que coloca a las personas en el centro del diseño. Las autoridades locales han señalado que estas medidas no solo mejoran la calidad del aire, sino que también fomentan la convivencia social y el uso activo de las calles.
“La transformación del transporte en Bakú refleja una ciudad preparada para una vida urbana sostenible”