El gobierno de Rusia anunció que podría interrumpir las negociaciones de paz con Ucrania luego de imputar a las autoridades de Kiev un presunto ataque con drones contra una residencia secundaria del presidente Vladímir Putin, en medio de encuentros recientes entre líderes internacionales.
Acusaciones y negativas
Tras la reunión del domingo entre el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, y el presidente estadounidense, Donald Trump, Moscú afirmó que fuerzas ucranianas habrían lanzado un ataque con 91 drones, el cual fue neutralizado por sistemas de defensa sin que se registraran daños graves ni heridos.
En su mensaje a través de plataformas digitales, Zelenski desmintió categóricamente los hechos:
Esta es una excusa para continuar los ataques contra Ucrania, en particular contra Kiev, y también para negarse a tomar las decisiones necesarias para poner fin a la guerra
.
Reacciones diplomáticas
Serguéi Lavrov, canciller ruso, calificó la supuesta ofensiva como un
ataque terrorista
y advirtió que Rusia reconsiderará su posición en las conversaciones de mediación con Estados Unidos y terceros países con el fin de resolver el conflicto.
La respuesta internacional ha sido mixta: algunos países han mostrado solidaridad con Rusia, mientras que otros han pedido pruebas fehacientes antes de emitir juicios, destacando la necesidad de verificación independiente ante incidentes que involucran objetivos sensibles como sedes oficiales o viviendas de alto nivel.