Cuestionamiento a la responsabilidad ambiental global
El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó nuevamente su descontento frente a la actitud de los países industrializados respecto a la emergencia climática, durante un encuentro oficial con el presidente de Angola, João Lourenço. La reunión tuvo lugar en el Palacio del Planalto en Brasilia.
“Está lleno de presidentes que creen que no pasa nada con el clima”, afirmó Lula en una comparecencia conjunta con su par africano. El jefe de Estado destacó que África, región que menos contamina, es la más afectada por los efectos del calentamiento global.
Próxima cumbre climática en Belém
El presidente brasileño señaló que la COP30, que se celebrará en Belém del Pará, será un momento crucial para determinar si las potencias económicas están dispuestas a asumir compromisos reales en la lucha contra el cambio climático.
“Los países más ricos fueron los mayores beneficiados de la economía basada en el carbono, y precisamente por eso, deben estar a la altura de su responsabilidad de financiación de la transición energética”, enfatizó Lula, subrayando la necesidad de una transición justa que considere las realidades de los países en desarrollo.
Fortalecimiento de vínculos bilaterales
Los dos líderes también abordaron temas de cooperación mutua en diversos sectores, entre ellos agricultura, seguridad alimentaria, formación académica, salud pública y colaboración militar. La agenda incluye posibles ampliaciones a otros miembros de la Unión Africana, presidida actualmente por Angola.
Entre los puntos clave del diálogo, ambos coincidieron en la urgencia de reactivar el comercio bilateral, que ha disminuido significativamente en la última década, pasando de 4,5 mil millones a 1,5 mil millones de dólares anuales.
Promoción de inversiones mutuas
El gobernante angoleño manifestó su interés en atraer capital brasileño para proyectos de infraestructura, mientras que Lula anunció planes para renovar los instrumentos de apoyo financiero a empresas nacionales que operan en mercados externos.
“Angola siempre fue un buen pagador y hasta saldó sus deudas anteriores con Brasil cinco años antes del vencimiento”, aseguró el presidente brasileño, buscando tranquilizar a potenciales inversores.
En materia de defensa, se analiza la posibilidad de facilitar la adquisición de aeronaves militares brasileñas por parte de Angola, específicamente modelos KC390 fabricados por Embraer.
