Decisión sin precedentes en Nissan
La empresa automotriz japonesa Nissan se encuentra inmersa en una situación crítica que ha derivado en una drástica medida corporativa. Bajo la dirección de su nuevo ejecutivo principal, el ciudadano mexicano Iván Espinosa, se ha dispuesto el cierre de centros de manufactura y la reducción significativa de su plantilla laboral, constituyendo uno de los momentos más complejos en su historia reciente.
Este movimiento representa un giro trascendental en la trayectoria de la compañía, considerada históricamente como un referente del sector automotriz a nivel mundial. “La magnitud de esta crisis no solo pondrá a prueba su capacidad para tomar decisiones estratégicas, sino que también definirá el rumbo que tomará la marca japonesa en los próximos años”, señalaron desde la organización.
Acciones estratégicas de emergencia
En medio de un entorno desfavorable, Nissan ha presentado un plan de reorganización corporativa que incluye la suspensión de operaciones en tres instalaciones industriales y la eliminación de más de 20,000 empleos en todo el mundo. Esta medida marca el punto más crítico de los últimos cuartos de siglo para la empresa.
Según reportes periodísticos, una de las unidades afectadas se ubica en Tailandia, aunque aún no se han revelado todas las ubicaciones exactas. “Estas unidades dejarán de operar gradualmente como parte del plan de reestructuración de la compañía que busca evitar un deterioro mayor de sus finanzas”, destacaron desde la empresa.
Impacto en la cadena productiva
El efecto de estas decisiones trasciende las fronteras de las instalaciones cerradas, generando preocupación en diversos sectores relacionados. La estructura productiva de Nissan involucra una extensa red de proveedores, empresas de transporte, talleres mecánicos, centros de ensamblaje y establecimientos de comercialización.
“En el caso de Nissan, buena parte de su producción está asociada a una cadena de valor que involucra a cientos de proveedores, empresas logísticas, talleres, ensambladores y servicios de venta”, explicaron fuentes internas. Esta medida afectará no solo a los empleados directos, sino también a múltiples actividades económicas regionales.
Factores que detonaron la crisis
El declive de Nissan se atribuye a varios factores simultáneos: el descenso en las ventas en mercados clave como Estados Unidos y China, el incremento en los costos de fabricación, el reto de la transformación hacia la movilidad eléctrica y la competencia creciente de fabricantes asiáticos como BYD o Chery, que han ganado participación rápidamente en estos territorios.
Además, la firma ha enfrentado críticas por su enfoque conservador en el desarrollo tecnológico frente a rivales que han invertido con mayor agresividad en innovaciones del sector automotriz. “Uno de los elementos más alarmantes es que este anuncio se da a pesar de los esfuerzos recientes de Nissan por reposicionar su marca y lanzar nuevos modelos en 2025”, señalaron analistas del sector.
Escenario en México
Aunque el país no forma parte de los lugares donde se ejecutarán los cierres, México mantiene una importancia estratégica para la compañía. La nación azteca alberga tres plantas manufactureras de Nissan: dos en Aguascalientes y una en Civac, Morelos, donde se fabrican modelos como el Versa, March y Sentra.
Estas instalaciones emplean a más de 15,000 personas de manera directa y muchas más de forma indirecta. Aunque actualmente no hay anuncios sobre afectaciones en estas unidades, la reorganización global podría traer modificaciones en la operación, traslado de líneas productivas o disminución de volúmenes.
Asimismo, existe preocupación por posibles efectos colaterales derivados de la contracción en la demanda internacional. Si continúan los descensos en ventas en Estados Unidos y otros mercados donde se exportan vehículos mexicanos, podría haber repercusiones en los niveles de producción, en los turnos laborales o en los acuerdos con proveedores locales.