El mandatario estadounidense, Donald Trump, ordenó el envío de 700 marines a Los Ángeles este lunes para contener disturbios derivados de redadas migratorias, medida que amplía un operativo ya vigente con cientos de integrantes de la Guardia Nacional. La intervención militar ha generado críticas de autoridades estatales y locales.
Rechazo gubernamental
Gavin Newsom, gobernador de California, denunció la acción como “demente” e “ilegal”, anunciando acciones legales en su contra. El fiscal estatal Rob Bonta confirmó que presentarán una demanda contra la Casa Blanca, alegando violaciones constitucionales por el uso de fuerzas militares sin autorización estatal.
Contexto de violencia
La segunda ciudad más poblada de Estados Unidos enfrenta tensiones crecientes con protestas que han derivado en incendios, saqueos y enfrentamientos. Los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dejaron decenas de detenidos, muchos de ellos latinoamericanos vinculados a pandillas.
Justificación presidencial
Trump defendió la movilización militar afirmando que “agitadores profesionales e insurrectos” orquestaban los disturbios. En declaraciones a medios y redes sociales, argumentó que sin el despliegue militar “Los Ángeles habría quedado completamente destruida”. El presidente amenazó con responder con mayor fuerza ante nuevas agresiones a las tropas.
Reacciones ciudadanas
La población angelina muestra posturas divididas: mientras algunos apoyan la presencia militar como protección frente al vandalismo, otros la consideran una intimidación al civismo. Kelly Diemer, residente local, expresó su preocupación: “Esto ya no es una democracia”. Se registraron al menos 56 detenciones en Los Ángeles y 60 en San Francisco, además de cinco agentes heridos.
Contexto político y diplomático
El despliegue directo de fuerzas armadas por el presidente federal, sin consentimiento estatal, es el primero desde 1965. Kamala Harris, exvicepresidenta, lo calificó como “una escalada peligrosa” que busca generar caos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó las redadas y la violencia, exigiendo respeto al debido proceso para migrantes. Autoridades mexicanas reportan que 40 connacionales fueron detenidos durante los operativos del ICE.
Declaraciones de autoridades locales
Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, señaló que “no se trata de un levantamiento generalizado, sino de focos aislados de violencia dentro de manifestaciones mayoritariamente pacíficas”. La ONU expresó preocupación por la militarización de la respuesta estatal, instando al diálogo y protección de derechos humanos.
