Desde hace más de dos décadas, un grupo de adultos mayores se ha convertido en parte fundamental de la vida cotidiana en la Plazuela Municipal. Bajo la sombra de los árboles, estos habituales visitantes transforman este espacio público en un escenario de encuentros, juegos y amistad.
Un rincón de encuentro y tradición
Conocidos como el Club de la Amistad, estos jugadores de dominó se reúnen diariamente sin importar las condiciones climáticas. Sus reuniones empiezan generalmente alrededor de las dos de la tarde y concluyen cuando el sol empieza a ocultarse. Las cinco mesas disponibles se llenan rápidamente, aunque en el pasado el mobiliario era improvisado con tablas de empresas cerveceras y sillas plegables. La esencia del grupo siempre ha sido la misma: compartir tiempo juntos.
La dinámica de los encuentros
Los partidos se juegan normalmente en equipos de cuatro personas, aunque ocasionalmente participan más jugadores. Mientras algunos compiten por diversión, otros añaden un toque de emoción con apuestas simbólicas, usualmente de cinco pesos, aunque en ocasiones pueden llegar a ganar hasta 400 pesos.
“Risas, gritos de emoción y sana convivencia se viven en las mesas de la Plazuela Pedro Infante”
. Más allá del juego, lo más importante es disfrutar de la compañía mutua y olvidar por un momento las preocupaciones cotidianas.
Historias dentro del grupo
Entre los asistentes destaca la presencia de Porfirio Acosta, uno de los miembros más antiguos con dos décadas de pertenecer al club. Además de ser un jugador habitual, trabaja como bolero en las inmediaciones del lugar. En ocasiones interrumpe sus partidas para atender sus responsabilidades laborales, demostrando cómo este espacio también se convierte en un punto de interacción social y económica para algunos.