Desafío bajo condiciones climáticas extremas
El periodista y atleta español Valentí Sanjuan enfrentó una versión inesperadamente difícil del Ironman 70.3 celebrado en la isla colombiana de San Andrés, donde las condiciones meteorológicas transformaron el evento en un verdadero reto de supervivencia.
Adaptaciones obligadas por el clima
El evento, conocido por su exigencia física, se vio modificado significativamente por las intensas lluvias asociadas a la temporada de huracanes en la región. La sección de natación fue eliminada completamente, mientras que el recorrido ciclista se ajustó para garantizar la seguridad de los participantes, quienes tuvieron que enfrentarar condiciones climáticas adversas.
Accidente que complicó la prueba
Durante la etapa ciclista, el atleta catalán sufrió una caída a 45 kilómetros de la meta, lo que resultó en daños al sistema de cambios de su bicicleta. Esta situación lo obligó a completar la distancia restante con la transmisión bloqueada en una única combinación, aumentando considerablemente el esfuerzo físico requerido.
Final épico en medio de la tormenta
“Gran día en el Ironman 70.3 de San Andrés, a pesar de que por el diluvio estuvo a punto de cancelarse. Es época de huracanes y se acortó la parte de agua, que al final se canceló. La bici salió bajo una tormenta tropical de locos y de 1 en 1, viento huracanado y mucha agua”, describió Sanjuan en sus redes sociales.
Desafío superado con mentalidad de hierro
El recorrido de carrera a pie se convirtió en el cierre más exigente del triatlón, con 21 kilómetros completados bajo un aguacero constante. “La parte de correr se hizo especialmente dura por el esfuerzo de la bici. Me daba miedo que faltaran patas, pero se pudo correr los 21 kilómetros del tirón a pesar de que el diluvio no paró”, explicó el competidor.
Reconocimiento a la hospitalidad isleña
Tras cruzar la meta, Sanjuan expresó su satisfacción por haber completado el desafío y destacó el apoyo recibido por los locales, quienes lo acompañaron durante toda la prueba. “Muy feliz por la carrera, por no rendirse, por apretarse, por no desanimarse, por saber darle la vuelta al tropiezo y por haber salvado un día muy duro en el infierno, en especial cuando veníamos al paraíso. De corazón, no pararon de animarme y me los llevo para siempre. San Andrés es un espectáculo, habrá que volver el año que viene”, concluyó el atleta catalán.
