La OMS impulsa una investigación sobre estrategias no farmacológicas para combatir brotes y pandemias, con el objetivo de ampliar el conocimiento científico sobre su efectividad. Esta iniciativa fue aprobada por los países miembros en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud.
Estrategias clave para emergencias sanitarias
Entre las medidas priorizadas figuran el diagnóstico temprano de enfermedades, las normas de higiene personal y los ajustes en patrones de movilidad y reuniones sociales. Durante la crisis del coronavirus estas tácticas permitieron a los gobiernos ganar tiempo para implementar soluciones médicas.
La resolución EB156(31) se basa en las conclusiones del Consejo Ejecutivo de la organización, reunido en febrero pasado. “La evidencia científica sobre su eficacia sigue siendo limitada”, señaló la institución.
Cooperación internacional y transparencia
El documento exige a los países desarrollar capacidades nacionales para investigaciones rigurosas en políticas sanitarias y sociales. Incluye un llamado a integrar enfoques de transformación social y análisis de comportamiento humano en los estudios.
Se establece la obligación de compartir datos de manera sistemática y transparente, así como evaluar continuamente las medidas implementadas durante crisis sanitarias. El financiamiento de investigaciones debe considerar equidad, inclusión de grupos vulnerables y monitoreo de efectos secundarios negativos.
Apoyo institucional y evaluación futura
El organismo se compromete a asistir a los países en aspectos metodológicos, legales y éticos relacionados con investigaciones. La oficina central debe actualizar periódicamente las mejores prácticas y lineamientos.
La implementación de esta resolución será presentada en un informe durante la próxima Asamblea Mundial de la Salud en 2026, donde se realizará una evaluación global del avance alcanzado.