Resultados cuestionados
El proceso electoral celebrado el domingo en México, donde participaron doce millones de votantes de un padrón de cien millones, ha generado controversia. Aunque desde el gobierno se destacó como un éxito, críticos señalan que la participación representa solo el 12% del padrón electoral y consideran que no refleja una victoria contundente para el partido en el poder.
Morena obtuvo menos de diez millones de votos, cifra significativamente menor a los 35 millones alcanzados por la presidenta Claudia Sheinbaum en las elecciones de 2024. Analistas comparan estos resultados con la consulta popular promovida por López Obrador en 2021, que tuvo una participación de 6.6 millones de ciudadanos (7.11% del padrón en ese momento), considerada históricamente baja.
Polémica por declaración oficial
La secretaria Rosa Icela Rodríguez afirmó que “Se trató de una elección ejemplar. Queremos reconocer a la ciudadanía por su participación histórica en este inédito proceso. La ciudadanía se interesó, se puso a estudiar, hizo todo un ejercicio de revisión y con conocimiento y conciencia emitió su sufragio. La afluencia registrada ayer en las urnas cumplió las expectativas”.
Sin embargo, estas declaraciones han sido cuestionadas por periodistas y analistas, quienes señalan contradicciones entre las afirmaciones oficiales y la realidad observada. Se destaca la utilización de “acordeones” (herramientas de orientación de voto) por parte de altos funcionarios, incluyendo al expresidente López Obrador, lo que contradiría la supuesta autonomía del electorado.
Contexto de tensiones políticas
El análisis del proceso electoral se enmarca en un contexto de crecientes tensiones políticas. La Coordinadora Nacional Educativa ha intensificado su presión contra la presidenta Sheinbaum, quien mantiene su postura de no recibir a este grupo tras los disturbios registrados semanas atrás. A pesar de los intentos por debilitarla, se señala que Sheinbaum cuenta con amplio respaldo institucional.
Otra situación destacada fue la reapertura de museos del INAH en la Ciudad de México, particularmente el Museo de Antropología, tras una controversia generada por declaraciones de la secretaria de Cultura, Claudia Curiel, quien aseguró que estos espacios estaban abiertos cuando no era así. La intervención directa de la presidenta fue necesaria para resolver la situación, incluyendo la reinstalación de personal auxiliar que había sido retirado anteriormente.